Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
El arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello, urgió a todos los sectores de la sociedad a participar en la reconciliación durante este proceso de cambio, ya que la transición que demanda Oaxaca no debe quedar sólo en lo político, sino trascender a lo económico, educativo y cultural, entre otros rubros, y quienes se oponen es señal de otra cosa.
En conferencia de prensa, precisó que no basta con pedirle a los grupos en el poder que cumplan con su trabajo y obligaciones, porque se deben ir a las raíces de los problemas para lograr los cambios que realmente permitan una renovación profunda de México y Oaxaca, ante la corrupción, el libertinaje y deterioro de valores.
No nos contentemos con un taquito; comamos bien. Es decir, no nos contentemos con una transición política como venga. No nos contentemos con una simple transición económica; que urge. No nos contentemos con una simple transición educativa; que urge (
), señaló.
Chávez Botello también se refirió a la celebración de la fiesta de la Guelaguetza, a la que dijo no podrá asistir este años por tener otros compromisos, sin embargo, hizo énfasis en que dicho festejo se ha ido desvirtuando.
Subrayó que en los últimos años el sentido de la máxima celebración de los oaxaqueños ha tomado un sentido diferente al original, ya que el objetivo es mantener vigente la unidad y respeto a la cultura de las distintas etnias que cohabitan en Oaxaca.
Yo esperaría que vayamos a las raíces de la Guelaguetza. Yo pienso que es muy importante recuperar su savia; su energía como las plantas, lo original, porque hay muchas cosas no sólo bellas, sino que Oaxaca necesita de ese compartir, no solo cosas externas o la danza y los cantos, si no el intercambio de las etnias diferentes, esa es la reconciliación social, apuntó.
En este sentido, el arzobispo reiteró que la reconciliación y desarrollo de Oaxaca pasa necesariamente por el reconocimiento de los errores de dirigentes y líderes, así como de la sociedad en su conjunto.
Los frutos y avances cualitativos de la sociedad no llegan por sí solos, alguien los tiene que sembrar y cultivar, alguien los tiene que proteger y defender; nadie mejor que la sociedad, refirió.