Inicia Fiscalía Anticorrupción Oaxaca con programa de profesionalización
Oaxaca, Oax. 10 de septiembre de 2009 (Quadratín).- Elisa Melgar de Flores, esposa de Josmar (José Mar) Flores Pereira, el pastor de origen boliviano que secuestró un avión de Aeroméxico, informó este jueves que no pedirán la intervención de algún abogado por el caso jurídico que enfrenta su esposo, luego de realizar el presunto acto terrorista.
En entrevista colectiva, desde la puerta de su hogar en San Bartolo Coyotepec, expresó que esta madrugada de jueves cuando le dijo que no pidiera ayuda de nadie, ya que Dios sería el único juez sobre el caso.
Melgar Flores de nacionalidad mexicana, mencionó que sus hijos Josmar, Daniel y José, están trámite de nacionalización, mientras que su cónyuge sigue siendo de origen boliviano, ya que hasta el momento sólo cuenta con un permiso emitido de la Secretaría de Gobernación.
Abundó que tampoco han decidido abandonar el territorio oaxaqueño, y piensa seguir viviendo en esta comunidad ubicada a escasos minutos de la ciudad de Oaxaca de Juárez.
Interrogada sobre los delitos cometidos por su esposo dijo: robo en gasolineras, estuvo en la cárcel entre cuatro y cinco años y hasta perteneció a la mafia, pero aún con esto Elisa sigue apoyando a su marido, pues considera que todo eso lo cambió desde que conoció a DIos.
Sin embargo, en caso de que se determine que siga estando en la cárcel, desde ahí predicará, llevará la palabra de Dios a todos los necesitados, como cuando él encontró este camino hace 17 años en la Plaza Garibaldi.
Melgar Flores abundó que sus suegros son personas pudientes y dueños de una línea de transporte en Bolivia, pero que decidieron que Josmar saliera del país por sus múltiples acciones antisociales.
La también coordinadora de la agenda de Josmar, dijo que tenían programado eventos para este fin de semana en Veracruz, y que el viaje a Cancún fue con motivo del V Aniversario de la Iglesia de Restauración y Cristo que está en ese punto de la República Mexicana.
Apuntó que el abogado para este caso se llama Jesucristo quien será quien decida sobre la el rumbo de la vida del secuestrador que mantuvo en vilo a más de cien mexicanos que procedían del destino turístico de Cancún.