La Diverti Ruta regresa a la calzada Porfio Díaz en la ciudad de Oaxaca
OAXACA, Oax. 13 de junio de 2014 (Quadratín).-“¡Goooooool de Méxicoooooo!” El grito hizo explotar los ánimos en el Zócalo de Oaxaca; en los restaurantes, en las calles y en todo lugar del Centro Histórico.
Bancos, negocios, oficinas, todos vibraron. “¡Gol de México!”, la algarabía al minuto 60 del partido de fútbol en contra de Camerún. Es el segundo día del Mundial Brasil 2014.
Pero soberano golazo metieron también los militantes del Codep, que anotaron hasta donde las arañas tejen su nido. Con un pase al estilo Ronaldinho, burlaron al contrincante, se metieron hasta la cocina y llenaron el jardín de la Constitución de taxis colectivos, sin permiso.
Gol también de los mototaxis de color rosa, del FPR, quienes desde hace cuatro días se apoderaron del espacio frente al Palacio de Gobierno de Oaxaca.
Viernes 13. Mañana soleada. Entre puestos de frutas, tejate, comida, ropa, discos y plantas, amaneció el primer cuadro de la ciudad. Los vendedores ambulantes iniciaron con optimismo su jornada económica.
Los taxistas del Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo (Codep) llegaron desde este jueves, para apartar lugar ante tanto amante del deporte de las patadas.
9:00 horas. El límpido sol ilumina todos los espacios, después de varios días de llovizna. El olor del tasajo, el chorizo asado, los frijoles, inunda lo mismo los corredores del Palacio de Gobierno que los cuatro costados del kiosco.
Minutos antes de las 11:00, los principales restaurantes de los portales Flores Magón y Benito Juárez ya están abarrotados. Cervezas pide la mayoría; desayunan algunos. Pantallas gigantes atraen al ocio, y también a los manifestantes, que se congregaron frente al televisor.
Expectación, ánimos, buenas vibras entre los comensales. Enojo, tristeza, cansancio y hambre entre los taxistas que pernoctaron en sus unidades.
“¡Aaaaarrrranca el partido!” El silbatazo inicial y los nervios de punta. Jóvenes en su mayoría, elevaron plegarias; se encomendaron a su santo venerado. Querían que ganara la Selección Mexicana.
“¡Gol de Méxicoooooooo! ¡Bravo! ¡Sí se puede! ¡Vamos muchachos!” Pero el árbitro apagó la enjundia, al minuto 29. Decretó fuera de lugar.
-¡Árbitro vendido!
–Fiii fi fi fiiii fiiii!
–Pinche árbitro pen…
De nuevo las acciones. En la cancha de enfrente, a unos pasos de la transmisión televisiva, los del Codep atacaron de nuevo. Iniciaron marcha masiva hacia la Secretaría de Vialidad y Transporte, también ahí quisieron golear.
En Brasil llovió en el estadio. México de pie, con los pelos de punta. Oaxaca también. Primer tiempo.
Mientras tanto el FPR fue por su cuarto tiempo; quiso más golizas. Sin tanto gambeteo, sin fintas, sigue asustando la portería enemiga; el arquero, miedoso, agazapado, temeroso; sin defensa que le cubra de los ataques de la oncena contraria; o las oncenas contrarias. Se refugió en su palacio de cantera y concreto.
“¡Goooooool” Llega ahora sí el bueno. Oribe Peralta llevó a la gloria a la selección mexicana, en los primeros minutos del segundo tiempo.
Pero alumnos de la preparatoria “Lázaro Cárdenas”, de Antorcha Campesina, no se quieren quedar atrás y también quisieron participar en la goliza a Oaxaca; protestan, descalifican, le sacan la lengua al oponente.
El tiempo transcurrió entre angustias; entre festejos. Por fin, minuto 90 del partido. “¡Ganamosssssss!” Los gritos, las banderas, los paseos, el ruido de las bocinas no se hizo esperar en la ciudad de Oaxaca. ¡México 1-Camerún 0!
¡Goliza también de los manifestantes! Éstos que se apoderaron del Zócalo, de la Alameda; de la tranquilidad, de la paz, del progreso. Éstos que día con día horadan la portería enemiga, cada vez más diezmada, sin defensa, sin media, sin delanteros. Y sin entrenador ni manager.