“Desaparece” pieza escultórica monumental en Juchitán

Juchitán, Oax., 12 de diciembre de 2011 (Quadratín).- “Desapareció” como por arte de magia una de las piezas escultórica del artista Víctor Orozco del crucero de la ciudad de Juchitán, patrimonio del municipio; con esto suman ya dos obras de arte que “desaparecen” en la ciudad en este 2011, aunque la primera fue realmente un robo.
La obra escultórica se realizó con el erario público en la gestión de Oscar Cruz y se inauguró en 1995, cuando se dio a conocer la nueva imagen del crucero de la ciudad. Lleva por nombre Guendanabani (vida), pues representan los cuatro elementos de la naturaleza (agua, fuego, aire, tierra).
En la administración de Alberto Reyna el artista le dio rehabilitación especial a las cuatro piezas de más de dos metros de altura, pero en la gestión de Mariano Santana la escultura y la zona estuvo completamente abandonada y saturada de puestos ambulantes.
La “desaparición” de la pieza se dio cuando la familia del artista se percató del faltante, por lo que inmediatamente dio parte a las autoridades, quienes supuestamente no tenían conocimiento del hecho.
Por su parte el director de Protección Civil, Francisco Vásquez, informó que no tuvo reporte alguno del derribo de la pieza por fuertes vientos, ni la remoción de la monumental obra, por lo que consideró “raro” el faltante, pues su dependencia estaría informada de tal remoción, en cualquier circunstancia.
Por su parte el maestro Víctor Chaca pidió informes al regidor de cultura, Soid Pastrana y, éste dijo desconocer la situación, pero que las investigaciones estaban en proceso, ya que nadie sabe nada de la “desaparición”.
Cuando este medio solicitó informes al comandante municipal del Ayuntamiento de Juchitán, Bernardo Castillejos, dijo desconocer la situación y pidió tiempo para investigar el raro caso, después no volvió a contestar el teléfono. La escultura estuvo completa desde principios del 2011.
A principios de este año fue robado del interior de la Casa de la Cultura el cuadro en cerámica de Francisco Toledo, pieza perteneciente a la Secretaría de Hacienda. Hasta el día de hoy no se sabe quién o quiénes fueron los responsables.