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Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
Oaxaca, Oax. 25 de marzo de 2013 (Quadratín).- Miradas curiosas. Risas sarcásticas. Cuchicheos. Sorpresas. Dos hombres desnudos, uno de manera total, y una mujer despertaron pasiones, críticas y simpatías con su singular protesta.
Mira, están promocionando Oaxaca con body paint, decían unos. No tienen vergüenza de pasear sus miserias a pleno sol y a la luz del día, qué no ven que hay niños, mascullaban otras. Pobres paisanos, con este gobierno que no atiende, no les queda de otra que desnudarse, hablaban los más.
A eso de las diez de la mañana, doña Alfonsa Martínez y su pareja Alejandro Rojas –éste sin ropa y sin pudor– y Melchor Alfredo Tirado, se quitaron la ropa, como hace cuatro días. Pero esta vez para caminar bajo el inclemente sol desde la oficina de Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), al oriente de la capital, hacia el centro.
Pararon el tráfico. Generaron miradas morbosas. Ella adelante, con un ataúd de cartón en la espalda. Él, su marido, cubriendo su retaguardia al aire con otro cajón para muerto. Pies descalzos sobre quemante pavimento.
El originario San Juan Teitipac, con la misma trusa de la semana pasada y raídos tenis. En el cuerpo de ambos, pintura roja, que unos confundían con el body paint, técnica pictórica por la que se plasman dibujos, paisajes o figuras sobre la piel.
A la mente de muchos vino la promoción que realizó la Secretaría de Turismo y Desarrollo Económico el lunes hace ocho días en el estado de Puebla, durante el Tianguis Turístico. En esa ocasión, con tres esbeltas jóvenes que dejaron ver sus senos con torso pintado, promocionaban Oaxaca.
Ay, cómo crees, ni al caso; ¡las de Puebla se veían bien buenas!; estos señores pura panza, comentaban bachilleres escolares en su primer día de vacaciones.
Los tres manifestantes tomaron la calzada Héroes de Chapultepec, bajaron por avenida Juárez para tomar Morelos y llegar al Centro Histórico. Dieron una vuelta al zócalo.
Y por unos minutos pusieron su alfombra roja frente al palacio. Fotos, de parte de turistas extranjeros. Miradas incrédulas de los policías. Inquietantes y sorprendidas, las de los paseantes locales. Despreciativas, la de los maestros en plantón.
Al final los tres que piden justicia, por casos distintos, optaron por retirarse, acaso quemados por el sol. O por el bochorno.
Nadie del Palacio de Gobierno salió a recibirlos. Ninguna organización civil que defiende los derechos humanos ha declarado para respaldarlos. Y la Defensoría del Pueblo de Oaxaca, de nueva cuenta se ocultó.
Pobres viejitos, hasta dónde han llegado. Vamos a invitarlos a nuestro campamento, mascullaban las triquis.