Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
Oaxaca, Oax. 15 de enero de 2011 (Quadratín).- Los hechos violentos y asesinatos no solo en los últimos días, sino desde hace ya varios años en contra de las mujeres, me llena de coraje, de rabia, digna rabia. Debemos pronunciarnos y no dejar que estos hechos nos aparten de nuestro camino.
A lo largo de la historia de la humanidad las féminas hemos tenido que vivir en una lucha constante, una lucha desigual en todos los sentidos, siempre a la sombra de un espacio vital, espacios siempre lleno por el sexo dominante, hemos sido ninguneadas, maltratadas, vejadas, esclavizadas, etc.
Hoy se que hemos ganado un gran terreno en esta lucha desigual, pero no el suficiente, es increíble como las mujeres de hoy siguen sufriendo lo mismo de hace años, y no solo en México sino en todos los lugares y culturas del mundo; hoy con todos los derechos fundamentales, con todas las fiscalías especializadas en protección a la mujer, aún así se siguen cometiendo actos atroces en nuestra contra, diversas autoridades han demostrado y exhibido su gran ineficiencia, su incapacidad, no cumplen su misión y nos sentimos en un máximo estado de indefensión.
En 1660, en mi pueblo natal, Tehuantepec, se dio la primera gran rebelión de Latinoamérica, los didxazaa (zapotecos), se rebelaron en contra de los españoles, menciono esto porque en dicha sublevación fueron las mujeres las que tomaron un papel importantísimo, escribieron sus nombres en los anales de la historia, después los españoles volvieron al poder y a muchas de ellas les impusieron grandes castigos, a unas les cortaban el pelo, a otras las descuartizaban y exhibían sus partes en las principales calles de Tehuantepec, para así dejar en claro el mensaje a los y a las que pretendían rebelarse al reinado de los españoles.
Entre otros muchos ejemplos también recuerdo a las madres de la plaza de mayo en la Argentina, en tiempos de dictadura militar, madres desesperadas y con esperanzas de que les hicieran justicia por la desaparición y muerte, de sus hijos, mujeres activistas se organizaron, se manifestaron y enfrentaron a la dictadura militar de aquel país.
Es una pena que en la mayor parte de México, país que contempla dentro de los derechos fundamentales, la libertad de expresión, no pueda manifestarse esta libertad sin sentir algún temor. La resistencia a decir que sí a todo lo que nos mandan, es la mejor respuesta, aunque se pueda perder hasta la vida misma.
Los altos grados de corrupción que se infiltran en los tres niveles de poder, son los que generan la violencia y un estado de injusticia social, un estado en descomposición, un estado peor que salvaje.
Estas líneas las manifiesto por lo que leí en un diario que decía: Asesinan a otra activista en Juárez; creadora de la frase: ninguna muerta mas.
Susana Chávez fue una víctima, una muerta más y como de costumbre estoy plenamente segura no se resolverá el caso; dicen que en Ciudad Juárez en estos días morir por bala es como morir de muerte natural, ya no hay asombros, es normal morir de bala.
Cabe mencionar también el caso de Rubí Marisol Frayre Escobedo y las protestas de su madre después de su asesinato, cínicamente las autoridades del estado fronterizo dejaron en libertad a Sergio Rafael Barrazas, quien se había declarado culpable del homicidio.
Son tiempos difíciles, son tiempos de no callar, ya basta, debemos seguir caminando siempre hacia adelante, con los dientes apretados, con esperanza, cuando más obscuro esta es que pronto va amanecer.
En una ocasión leí a un amigo que escribía: en esta navidad regale abrazos, no balazos; hoy la sociedad está encerrada, esta sitiada, es un campo beligerante, el fuego cruzado nos amenaza de ser algún día sus víctimas, la guerra está abierta y las mujeres estamos desprotegidas, mas no indefensas, en la Fundación Equidad y Progreso tenemos la voz y la alzaremos ante estos actos de feminicidio y todos los demás que demanden justicia; decía la Proclama insurreccional de la Junta Tuitiva en la ciudad de La Paz,
Hemos guardado un silencio bastante parecido a la estupidez
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No me daría el espacio para mencionar y hacer homenaje a todas las mujeres del mundo que como las aquí mencionadas permanecerán en nuestro recuerdo como símbolo de esperanza y fuerza, estas mujeres que con dignidad defendieron sus ideales, sus derechos, su voz, voz que nunca podrán callar.