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Oaxaca, Oax., 01 de agosto del 2011(Quadratín).- Fue una mañana presta para hacer que Oaxaca brillara una vez más, y como en otros años, ofreciera su riqueza cultural a México y al mundo, con lo mejor de sus costumbres y tradiciones, a través de sus danzas, música, misticismo, magia, la belleza de sus mujeres y la gallardía de sus hombres, todo plasmados en una fiesta de paz y alegría: La Guelaguetza.
El Auditorio a su máxima capacidad. Más de 11 mil personas en la tercera edición de la Octava de la Guelaguetza, entre oaxaqueños, turistas nacionales y extranjeros que se hermanaron y se reencontraron con el pasado y el presente. Nadie se quería quedar afuera.
Desde muy temprano, familias enteras hacían largas filas para admirar la fiesta pluricultural que ha dado fama a Oaxaca a nivel nacional y mundial, y que representa una de las expresiones folclóricas más hermosas de América Latina. Algunos llegaron desde las 07:00 horas, otros, seguros por tener su boleto llegaron después de las ocho de la mañana.
Más que puntual a la cita arribó 10 minutos antes de las diez de la mañana el Gobernador Gabino Cué Monteagudo, quien en entrevista con representantes de los medios de comunicación comentó que durante estos días se percibió una respuesta favorable del turismo, la cual se reflejó en una ocupación hotelera del 85 por ciento durante la semana pasada.
Refirió que al recorrer las calles del Centro Histórico se observó una excelente afluencia turística, además de registrarse una venta total del boletaje en las cuatro ediciones de la Guelaguetza. Durante esta semana se alcanzaron niveles de turismo satisfactorios, que redundó en buena derrama económica para los hoteleros y prestadores de servicios, lo cual habla que la gente disfruta de la belleza de la capital oaxaqueña y de sus fiestas y tradiciones, expresó.
Cué Monteagudo afirmó que los oaxaqueños debemos sentirnos orgullosos de tener un amplio repertorio cultural, herencia milenaria de los pueblos originarios y que con el paso de los años han sabido conservarse.
Al igual que el mandatario -quien vino acompañado de su esposa Mané Sánchez Cámara-, minutos antes hizo su arribo la Miss Universo 2010, Ximena Navarrete, su llegada fue recibida con sonoros aplausos.
Caminaron con la Diosa Centéotl, Zaira Gabriela Hernández Espinosa, originaria del Istmo de Tehuantepec, y quien presidió las fiestas de la Octava de la Guelaguetza, para después colocarse entre el público, sin ningún sitio exclusivo o palco oficial como es ya costumbre del titular del Ejecutivo.
A las 10:00, bajo un himno solemne, inició el preámbulo de la Guelaguetza, la cual forma parte de los cultos populares a la Virgen del Carmen, razón por la que se celebra los dos lunes más cercanos a la festividad católica de esta advocación mariana.
Las tradicionales chirimías precedieron a la primera delegación: las Chinas oaxaqueñas fundada por Doña Genoveva Medina- quienes bailaron los alegres sones del Jarabe del Valle, con las características marmotas, canastos de flores y faroles, que son parte también de la calenda que precede a la fiesta principal.
Habitantes y turistas, con vivas y porras se unieron en una sola voz para gritar al mundo entero ¡Arriba Oaxaca! ¡Arriba la Guelaguetza! ¡Viva Oaxaca! ¡Viva México! con sus sombreros en alto.
Con San Antonino Castillo Velasco llegó la región de los Valles Centrales y su Segundo Día de Fandango; le siguió la Sierra Norte con San Melchor Betaza, quienes con sus sones, jarabes y danzas, la reciedumbre de sus hombres y la magia de sus mujeres encendieron el ánimo de los asistentes.
A las 10:38 llegó la delegación de Santiago Juxtlahuaca, representando a la Mixteca, con la Danza de Rubios, que refleja las aventuras de los arreadores de ganado en esta zona.
La hermosura de la mujer del Istmo se retrató con Ciudad Ixtepec, quienes con el Tangu Yú y el vistoso traje de sus mujeres arrancaron el suspiro de varios de los presentes. Así, grandotas aunque me peguen, exclamaban algunos.
Ya llegaron los de Ejutla, con la alegría de sus sones y traemos un saludo a Oaxaca y sus regiones, retumbó en el Auditorio Guelaguetza, cuando salieron al escenario las mujeres y hombres de esta delegación, portando vistosos colores, redes y machetes.
A esta fiesta cultural no pudo faltar San Andrés Huaxpaltepec, quien por primera vez participa en las fiestas de los Lunes del Cerro, con la Mayordomía de San Andrés.
El momento solemne con la Canción Mixteca del oaxaqueño, José López Alavés, hizo que todo el público, incluyendo el gobernador y sus invitados, entre ellos, el secretario particular del Presidente de la República, Roberto Gil Zuarth, con sombrero en mano, corearan esta bella melodía llena de nostalgia, seguida por la delegación de la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, con sus sones y jarabes
La Danza de la Pluma fue representada por la Villa de Zaachila, y uno de los momentos más esperado llegó a las 12:15 horas: Las bellas mujeres de Tuxtepec y su Flor de Piña, con su colorida vestimenta, arrancaron aplausos y varios suspiros. Sus hermosos trajes multicolores, la majestuosidad de su baile y el porte de sus mujeres con la piña en el hombro, fueron motivo de una entrega total.
Todos permanecían en el auditorio para admirar a la siguiente agrupación con sus vestuarios multicolores, los jarabes, chilenas y pícaros versos de Santiago Jamiltepec, de la Costa oaxaqueña.
Finalmente, esta tercera edición fue clausurada por la delegación de las Chinas Oaxaqueñas, de Casilda Flores, quienes igualmente interpretaron el Jarabe del Valle.
A las 13:00 horas concluyó sin incidentes la fiesta, ahora con más gritos de ¡Arriba la Guelaguetza!
Felices disfrutaron de la fiesta familias mexicanas provenientes de los estados de Morelos, Puebla, Veracruz, Sinaloa, Tlaxcala, Yucatán y del DF, por mencionar algunos.
Y una vez más, Oaxaca, con su Guelaguetza, se entregó a México y al mundo.