Paloma Sánchez-Garnica, premio Planeta 2024, y Beatriz Serrano, finalista
OAXACA, Oax. 9 de febrero de 2014 (Quadratín).- La estufa “Lorena” tiene reminiscencia maya, pero se rediseñó en los años setenta con dos propósitos: reducir el consumo de leña y proteger a las productoras de tortillas del exceso de calor y humo que suele afectar su salud.
Se le denomina “Lorena” porque está fabricada con base en lodo y arena, explica Víctor Melo, promotor de este tipo de estufas de bajo costo y beneficios múltiples.
“Se reduce el gasto de leña más de la mitad, a veces se consume una cuarta parte de leña que en un brasero convencional. Además, las tortilleras no se exponen directamente al calor ni al humo. El calor se bloquea con el barro y el humo sale de la cocina por una chimenea”, detalla.
Por otra parte, agrega, se aprovecha todo el calor del brasero ya que cuenta con un comal y se pueden agregar de una a tres hornillas para la cocción de otros alimentos al mismo tiempo que se hacen las tortillas.
De acuerdo con diversas asociaciones ecologistas, y con base en estudios científicos, más del 60 por ciento de las mujeres que se dedican a la producción de tortillas tienden a contraer enfermedades respiratorias y de los ojos, como cataratas, debido al humo y al calor al que se exponen por jornadas de más de ocho horas diarias.
La estufa Lorena permite reducir tales efectos con una mínima inversión ya que se fabrica con materiales de cada región, y en sí son los propios interesados quienes la realizan con la asesoría de Víctor Melo, quien imparte talleres con este propósito.
“En Cuilapam dimos talleres y se fabricaron 40 estufas Lorena. También estuvimos en la zona chatina y en la costa. Mi propósito es que cada familia sea las que fabrique su propia cocina porque así podrán reproducir el modelo en el futuro en otras viviendas”, asegura.
En Oaxaca, la fabricación de tortillas de forma tradicional constituye una actividad común en las comunidades rurales.
En los municipios de la periferia de la ciudad capital sobrevive esta actividad, e incluso en las colonias donde se asienta la población migrante cuyas mujeres siguen produciendo tortillas en braseros de leña.
Para impulsar las cocinas Lorena es necesaria la coparticipación de las propias productoras de tortillas, instituciones gubernamentales como la Secretaría de Desarrollo Social y el DIF, así como de organizaciones no gubernamentales, considera el promotor la misma.