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Juchitán, Oax. 24 de mayo 2012 (Quadratín).-El conflicto en el transporte público en Juchitán conforme pasan los días se eleva el nivel de las confrontaciones, las amenazas y acciones de presión, afectando a los ciudadanos.
La próxima semana cumplen casi 15 días de manifestaciones los integrantes del Sindicato de Taxistas 11 de enero considerados irregulares , quienes empezaron su lucha con la retención de unidades de taxis de los sitios regulares en diversos puntos de la ciudad de Juchitán y los concentraron en su centro de operaciones en la Octava Sección.
Los taxistas mantienen la manifestación frente el palacio municipal con sus unidades, causando un gran caos vial y molestia a la población. Durante casi 15 días han emprendido una huelga de hambre, bloqueos , quema de taxi y diversas manifestaciones para presionar a la Secretaría de Transporte y Vialidad 90 permisos para circular, aunque la autoridad ya elevó el número de concesiones, los manifestantes no dan marcha atrás.
RECUENTO
En los primeros días de protesta retuvieron ocho unidades de los sitios San Vicente, Juchitán y José F. Gómez, en respuesta a la retención que hicieron las autoridades de tránsito y policías preventivos de cinco de sus unidades al circular sin permisos el pasado sábado.
Los taxis fueron trasladados al centro de operaciones, una de las viviendas del ex presidente Héctor Matus Martínez ( asesor de los taxistas), en el lugar colocaron los vehículos de manera que bloquearan la calle Santo Degollado. Además colocaron palos, piedras y llantas en forma de barricada.
El día 14 de mayo se comenzó con los trámites de regularización de 180 unidades de taxis de diversas organizaciones en la ciudad de Juchitán, pero el Sindicato 11 de enero no aceptó la cantidad que le tocó y realizó una protesta frente al palacio municipal.
De acuerdo al informe de las autoridades, el día miércoles SETRAVI otorgó los hologramas a las unidades en proceso de regularización. La entrega se dio a taxis de los sitios Juchitán, San Vicente, CTM, José F. Gómez, Simona Robles, Ixtaxochitlán, Sindicato de Choferes y Taxis y Sindicato 11 de enero, aunque estos últimos no aceptaron los 30 que les correspondía.
El 15 de mayo, en protesta por no obtener los 90 permisos por parte de la Secretaría de Transporte y Vialidad (SETRAVI) los inconformes trasladaron sus unidades frente al palacio municipal desde el martes, como medida de presión para lograr aumentar el número de sus unidades, pues exigen el triple de lo que la SETRAVI les otorgó, 30.
El 16, los integrantes del sindicato quemaron por la noche una de sus unidades marcado con el número 08 frente al palacio municipal en protesta porque la SETRAVI no les otorgó el número de permisos propuesto por la organización.
Alrededor de 200 integrantes del sindicato, considerado irregular, concentraron en medio de la plaza pública de Juchitán, el taxi y le prendieron fuego, para luego meter otra unidad hasta el interior del palacio municipal. La policía se replegó y no respondió ante el número de taxistas manifestantes.
La tarde del jueves 17; 14 taxistas se establecieron en huelga de hambre frente al palacio municipal de Juchitán para exigir a la SETRAVI el otorgamiento de 90 permisos, además de la liberación del transporte en la población zapoteca.
Gaspar Posada, Alejandro López Ruiz, David Castillejos, Rey David Carmona, Tomás López Jiménez, Ruperto López, Amado Vásquez, Víctor Betanzos, Miguel Peralta Gómez, Gerardo López Nicolás, Rolando Santiago, Víctor Martínez Gutiérrez y Artemio Santiago, son los transportistas que arrancaron con el ayuno portando una manta y cartulinas de protesta.
La noche del mismo jueves metieron uno de los vehículos en el interior del palacio municipal con la intensión de en el momento necesario prenderle fuego. Esta acción obligó a los trabajadores del ayuntamiento cerrar las oficinas.
Las noche del viernes 18 los taxistas secuestraron un taxi nuevo del sito San Vicente, bajo el argumento que el propietario tiene apenas tres años como chofer, pero que se le concedió el permiso por ser yerno de Fredy Cabrera , uno de los líderes patrones del Sitio San Vicente.
Ante lo que ellos llamaron corrupción en el otorgamiento de los permisos por parte de las autoridades del transporte a personas que no tienen la antigüedad necesaria para ser concesionarios, decidieron accionar con la retención de las unidades que no merecen ofrecer el servicio público.