Convocan a capacitarse en combate a la corrupción a nivel municipal
MÉXICO, DF. 18 de marzo de 2014 (Quadratín).- El 18 de marzo de ahora en adelanta será un símbolo de la reivindicación nacional y defensa de la patria, ante los agravios cometidos por el gobierno de Enrique Peña Nieto y el PRI con la reforma energética privatizadora, que en contra del interés de las mexicanas y los mexicanos, asentó el senador del PRD Benjamín Robles Montoya.
“Aquel glorioso 18 de marzo, día de la expropiación petrolera, orgullo de nuestro nacionalismo y unidad nacional, ahora ya no existe; los festejos que haga el PRI y Peña Nieto serán por la entrega que han hecho del patrimonio nacional a los capitales extranjeros; eso, en cualquier parte del mundo, se llama ¡traición a la patria! Y ante la traición a la patria sólo nos queda anteponer el orgullo nacional y exigir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que ¡que nos pregunten a todos! Si queremos que el petróleo vuelva a ser nuestro”, expresó Robles Montoya.
Para el legislador oaxaqueño, reconocido como el más férreo defensor de la industria energética nacional, los actos oficiales que se realicen con motivo de la expropiación petrolera de 1938 sólo serán protocolarios, porque ya no hay nada que celebrar ante la imposición de la reforma constitucional que devuelve a los capitales privados extranjeros la riqueza energética del país.
Por lo que consideró que ahora el 18 de marzo debe ser un símbolo para recordar aquellas mexicanas y mexicanos, encabezados por un gran presidente estadista como lo fue el general Lázaro Cárdenas, le dieron identidad y respeto al país, al anteponer los intereses de la nación a los de las grandes empresas petroleras transnacionales, que saqueaban la riqueza nacional.
Y al igual que lo hiciera la madrugada del 11 de diciembre, en la máxima tribuna popular de la nación, durante la aprobación de la reforma energética, el senador Benjamín Robles reiteró:
“Yo acuso a Enrique Peña Nieto y a sus aliados en este Senado de la República, de abrir la empresa petrolera, orgullo nacional, pilar del milagro mexicano y del desarrollo económico de los 40’s y 70’s a los capitales privados. Yo acuso a Enrique Peña Nieto y a sus aliados en este Senado de vender, ceder y rematar la principal fuente de mantenimiento de México, a Pemex”.
“Esto no es otra cosa más que privatización y por eso lo decimos, junto con miles y miles y millones de mexicanos, vamos a luchar por garantizarle a éstas y a las futuras generaciones, conservar nuestra riqueza nacional”.