Y ahora ¿qué hacemos con Trump?
CIUDAD DE MÉXICO, 4 de septiembre de 2017.- Revisé este fin de semana las memorias de José López Portillo, muy ilustrativas de las reflexiones que desde el poder se han hecho sobre decisiones importantes de política económica que inciden sobre el presente. Varios temas fueron relevantes, como el de la relación de México con el Fondo Monetario Internacional, ya que durante su gestión se dio un conflicto que finalmente terminó con la salida del secretario de hacienda, que era Julio Rodolfo Moctezuma y Carlos Tello Macías, el secretario de Programación y Presupuesto, este último antes ya había sido Subsecretario de Ingresos, lo que le permitía conocer la secretaría que encabezaba Moctezuma. López Portillo decidió la salida de los dos. Hoy Tello es maestro de tiempo completo en la Facultad de Economía de la UNAM, acaba de publicar sus memorias y un libro y ensayos sobre finanzas públicas, incluso en la CEPAL. Obvio la Disputa por la Nación con Rolando Cordera.
Previo en 1976 fue noticia importante, difundida con filtraciones a los medios y publicada por periodistas destacados como Manuel Buendía, Miguel Ángel Granados Chapa y Carlos Ramírez, la existencia de una Carta de Intención del Gobierno de México con el FMI, que en otros países era cosa pública. Fue la opacidad lo que detonó el escándalo, al negarse su existencia, así como el valor de un grupo de diputados economistas, quienes, al ver al Secretario de Hacienda, preguntaron sobre la misma, y al negarles este su existencia, uno de ellos Jesús Puente Leyva, le dio una copia “que había conseguido en Washington”, lo que provocó la ira del secretario.
Entre los legisladores era notoria la presencia, además de Puente Leyva que era egresado del Tecnológico de Monterrey, de la maestra Ifigenia Martínez Hernández, quien había sido directora de la entonces Escuela Nacional de Economía, hoy Facultad de Economía de la UNAM. Pero también economistas egresados brillantes, como Armando Labra Manjarrez y Julio Zamora Batís. Ambos grandes amigos. Chucho y Armando ya nos abandonaron.
Las medidas de política se pueden discutir, pero en ese momento lo más negativo fue la opacidad de su existencia y nunca se discutió su contenido. Se impuso.
Hoy son pocos los documentos de esta naturaleza que los organismos internacionales o los gobiernos ocultan. Hay reservas de algunos por razones de seguridad o estratégicas, algunos especialmente las relacionados con contratos o compras gubernamentales.
Hoy los organismos internacionales han cambiado sus políticas, por ejemplo, la transparencia fiscal surgió en el Fondo, por George Kopits, además de aportes en verdad importantes como lo referente a las compras gubernamentales de la OCDE o las políticas sociales, fiscales y de desarrollo urbano del BID. Nosotros ponemos los limites.
Al final es el conocimiento, la experiencia y la realidad, de quien hace uso de las mismos. Hoy hay mexicanos en puestos importantes en esos organismos, como Agustín Carstens que dirigirá el Banco de Pagos Internacionales. Alejandro Werner en el FMI, Arturo Herrera y Jorge Familiar en el Banco Mundial, o Santiago Levy en el BID. Por supuesto José Ángel Gurria en la OCDE, donde ha hecho un gran papel y no se olvida de México ni de la UNAM.