Cortinas de humo
Indicador Político
MÉXICO, DF, 10 de diciembre de 2015.- La aparición del ensayo Posdata en febrero de 1970 representó una ruptura en el pensamiento político mexicano oficial. Escrito al calor de la represión en Tlatelolco y en busca de alguna propuesta de modernización política, el texto de Octavio Paz ha transcurrido casi medio siglo en medio de olas de desdén intelectual, regateo político y menosprecio de las élites en el poder.
Hace 15 años, el 10 de diciembre de 1990, Paz recibió el Premio Nobel de Literatura en reconocimiento a su poesía, su discurso intelectual y sus ensayos políticos. Los desaires políticos e intelectuales a Paz y a su obra han sido explicables en un sistema político/régimen/Estado priístas –el PRI como forma de vida, no como una propuesta de partido– y por tanto poco refractario a la crítica.
Posdata fue una crítica al sistema político priísta y al mismo tiempo un reclamo histórico. El texto de Paz desnudó en 1970 –en el modelo de la historia de Andersen de El rey desnudo– la estructura de dominación no sólo política y autoritaria, sino histórica e intelectual del PRI sobre la sociedad.
Las tesis políticas de Paz en Posdata siguen vigentes: el Estado autoritario basado en una historicidad transcentenaria, la necesidad de un nuevo modelo de desarrollo y el autoritarismo como ejercicio azteca del poder. En su fundamentación, Paz se salió del modelo de historicismo oficial basado en el esquema elitista de Carlyle de los héroes divinizados como sucedáneos de las democracias y bajó el enfoque crítico a nivel de clases, organizaciones políticas y estructuras de poder.
El argumento central de Posdata salió de las cartas que Paz, como embajador en la India, envío a la cancillería mexicana en septiembre y octubre de 1968 racionalizando, a petición del canciller Carrillo Flores y del presidente Díaz Ordaz, los movimientos estudiantiles. Luego de solicitar su paso a retiro en protesta por Tlatelolco, Paz rehízo sus notas en un texto de 27 páginas que leyó como conferencia México: la última década en el Institute of Latin American Studies de la University of Texas en Austin. Y finalmente reescribió las notas para Posdata.
El ensayo de Paz cumplió con todos los requisitos académicos, pero las escuelas de ciencia política lo desdeñaron –y siguen haciéndolo– porque esas instituciones formaban parte de la estructura educativa del sistema priísta. Sin embargo, regateando el reconocimiento y el crédito, esa misma ciencia política pasó a la crítica casi con toda la argumentación de Posdata.
A lo largo de casi treinta años, la crítica académica y política de 1970 a la alternancia del 2000 no ha ido más allá de Posdata en cuanto a propuesta epistemológica y politológica. No obstante, es la hora en que los críticos de Paz siguen rumiando resentimientos personales. La ciencia política académica le debe a Paz y a Posdata una evaluación de reconocimiento a la audacia y valentía analítica de 1970 para diseccionar el sistema político encarando al poder autoritario del PRI, del sistema político, del Estado y sobre todo del Presidente de la República.
La lectura de Posdata como un ensayo de ciencia política, a 45 años de su primera edición, sigue siendo refrescante en lenguaje, razonamiento político y marco teórico, y permanece como el único texto que caracterizó como autoritario al sistema político mexicano de antes y de ahora y con propuestas de soluciones que también continúan como las únicas viables.
Sólo para sus ojos:
• Bueno, ya tienen lo que buscaban todos: un muertito. Lo malo es que en nada ayudará a resolver el problema magisterial. Y ese muerto será un lastre en la estrategia autoritaria de la SEP de usar la línea autoritaria y policiaca. Poco sensible el secretario de Educación y precandidato presidencial, Aurelio Nuño, al declarar que “pese a la CNTE” y obviamente a su muertito, “la evaluación en Chiapas salió”.
• Dos del poder judicial: un tribunal revocó el amparo para que Elías Azar pueda tomar posesión como presidente del Tribunal Superior de Justicia del DF y un juez negó la orden de aprehensión contra el dirigente del Verde, Arturo Escobar.
• Crisis en la relación del equipo de futbol Pumas con la nueva rectoría de la UNAM por la violencia en las canchas. El nuevo rector no será cómplice de irregularidades como el exrector José Narro Robles, a la espera de una chamba en el gobierno federal priísta.
• Silencio de la policía judicial capitalina ante las pruebas de dos agentes asaltando en Interlomas.
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