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México y la semana aquimichú
Oaxaca, Oax. 31 de julio de 2013 (Quadratín).- Las hormigas no tiene corazón, son ingratas. Trepan a las piernas de los niños. Se esconden tras los limones en el limonero y muerden la mano de quien las alimenta con hojas tiernas. Las hormigas saben que son las reinas de este jardín. Hacen notar su invisible presencia con mordidas inesperadas, que hieren la piel. Como un mal amor, una mala mujer a quien un hombre adora y ella en respuesta a esa pasión muestra colmillos y dientes a su enamorado, uñas. Así las hormigas en el patio, en el jardín. Son la bruja de toda casa, parecen inofensivas. Como la desgracia o la envidia sobre nuestra vida, tienen una enorme capacidad de sobrevivencia. Resisten el agua, el fuego, el humo. Toda clase de veneno de distintos colores. Amarillo, blanco, violeta, magenta, solferino. Las hormigas serán las que nos van a sobrevivir a la destrucción de este mundo, como un amor.
Foto: Archivo