Coahuila y la paz
Oaxaca, Oax. 02 de mayo de 2013 (Quadratín).- El trabajo del periodista con su herramienta fundamental, la información, tiene mucho de terapeuta de la salud, la armonía y la vida del espíritu de la sociedad.
Como buen trabajo individual, personal, protagónico de suyo, el periodista es proclive a la búsqueda del reconocimiento, el elogio y el aplauso; pero también cae fácilmente en la envidia si esos ingredientes se otorgan a otros.
En la llamada era de la información los periodistas han pasado de meros informadores a una suerte de tribunales del quehacer público y algunos han caído en el exceso, lo que conduce a la soberbia. La mayoría de quienes sucumben a su propia fama pretenden, a querer o no, ser la noticia. Su papel en la información los lleva a creer que ellos son más importantes que sus entrevistados, que ellos son la información.
En sus 70 años como periodista, Jacobo Zabludovsky, que llegó a ser el más importante e influyente periodista de la televisión durante varias décadas, no cayó en esas trampas, ni le explotaron esas minas.
Por eso, ahora que la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados le otorgó la Medalla al Mérito Cívico, resaltan algunas virtudes personales del periodista, la humildad, la honestidad, la sencillez, la disciplina, el trabajo y el temple para administrar un recurso al que la mayoría sucumbe no solo en el periodismo, la fama y popularidad.
El presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo Vieyra (PRI), afirmó que Jacobo nos llevó de la mano con su trabajo informativo, con sus entrevistas a todo tipo de personajes, su contribución a la recuperación del Centro Histórico, con su testimonio de trabajo comprometido. Es tiempo de reconocer a quienes han dejado huella con su labor y su tiempo, señaló el legislador durante la Sesión Solemne en la que se impuso a Zabludovsky la Medalla al Mérito Cívico Eduardo Neri, Legisladores de 1913.
Esta honorable Cámara de Diputados, esta LXII Legislatura se honra al honrar a los mexicanos ilustres y a los mexicanos de nacencia, de buena fe, de estirpe y de linaje, de trabajo, de disciplina y de pasión que como Jacobo Zabludovsky hoy recibe la Medalla Eduardo Neri, dijo.
A su vez, Zabludovsky dijo: Me siento orgullosísimo, me siento impresionado pero, sobre todo, me siento humilde y muy agradecido por esa medalla. Es la máxima medalla que un mexicano puede lograr de una instancia mexicana. Estoy muy contento
Hay un cambio en el país, consideró y se refleja también en la forma de hacer periodismo. Marx decía que el periodismo es una supraestructura de la sociedad; es decir, las sociedades producen su periodismo de acuerdo a su forma, al momento de su evolución. México cambió, su periodismo ha cambiado. Es totalmente lógico y perfecto. Además, ahí están las hemerotecas, esos señores que a veces hablan sin saber, ¿qué no revisan las hemerotecas para saber de qué es lo que están hablando?, cuestionó.
Zabludovsky fue seleccionado entre cuatro candidatos propuestos: la trabajadora social María Elena Illán Martínez; el médico Sergio Gabriel García Colorado; y la magistrada de circuito en Guanajuato, Gloria Tello Cuevas. La distinción fue aprobada en el pleno con 352 votos a favor, 16 en contra y 27 abstenciones.
El resultado de la votación para la selección del premiado es el mejor testimonio de que hay democracia, más allá de las razones de fondo o de coyuntura y de equipo que motivaron a cada uno de los legisladores para decidir su voto.
A eso se refirió Jacobo Zabludovsky al agradecer la distinción, a la democracia y los medios. Un pueblo bien informado es un pueblo bien gobernado. Buen gobierno es el que biencomunica; el que nada teme nada tiene que ocultar.
Sistemas como el Twiter y el Facebook abren el acceso gratuito y libre a millones de personas que al usarlos sin límite establecen un contrapeso benéfico a pesar de los accesos frente a los medios tradicionales de información., afirmó el premiado antes de, con dos sílabas, sintetizar su sentimientos, reflexiones, afanes y deseos:¡Gracias!
No puede concebirse el periodismo sin Zabludovsky, impulsor de los noticieros de radio primero y de televisión después, en donde se consagró por su estilo criticado por algunos, pero imitado por muchos.
Se honró a un periodista, pero quienes le otorgaron el premio, quedaron honrados.
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