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México, DF. 29 de abril de 2013 (Quadratín).- A fin de garantizar el derecho constitucional a una alimentación sana y de calidad, el senador del PRD Benjamín Robles Montoya pidió a la Secretaría de Ganadería, Agricultura, Pesca y Alimentación (Sagarpa) un informe sobre los permisos de experimentación, programa piloto y de liberación comercial sobre Organismos Genéticamente Modificados (OGMs) otorgados hasta la fecha.
Asimismo, pidió que la dependencia informe que productos agropecuarios y agroalimentarios transgénicos se encuentran en el mercado nacional y las medidas que ha tomado para dar cumplimiento al etiquetado de alimentos transgénicos.
La Sagarpa es la autoridad competente para supervisar el cabal cumplimiento de todo lo relacionado a los organismos genéticamente modificados, que se utilizan en la producción agrícola y pecuaria; sin embargo, este órgano no ha aplicado de manera estricta la ley ya que se observan muchas irregularidades sobre los permisos de investigación, producción y comercialización de transgénicos; así como falta de información en el etiquetado de los productos finales que son para consumo humano, reclamó el legislador oaxaqueño.
Y es que refirió que la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (LBIOGEM) y su reglamento obliga a etiquetar todo OGMs o producto que lo contenga, lo anterior toda vez que la Constitución Política Federal reconoce en su artículo 4 el derecho a una alimentación sana y de calidad. Por lo que es obligación del Estado informar la procedencia de los productos agropecuarios y agroalimentarios que consumen los mexicanos.
Desafortunadamente esta última garantía no se puede dar por satisfecha porque cuando se acude al supermercado o mercado tradicional uno se percata que hay una gran cantidad de alimentos importados de EEUU, pero no se tiene el cuidado de leer una nota sobre el contenido o no de transgénicos, señaló.
Lo mismo sucede, dijo, con las tortillas alimento esencial de los mexicanos- que son elaboradas con maíz amarillo, grano que carece nuestro país, por lo que es importado de EEUU y que lo ha modificado genéticamente, estos hechos frecuentes y constantes vulneran el derecho del consumidor a saber a ciencia cierta el origen de sus alimentos.
Apuntó que de manera voluntaria al momento de arribar al país los embarques de productos contienen la leyenda de OGMs pero una vez que se incorpora al mercado ya no conserva este enunciado, por lo que el consumidor final ignora si contiene o no OGMs, ante esto se muestra una evasión por parte de los productores y comerciantes de etiquetar los alimentos transgénicos.
Dado que el derecho humano a una alimentación sana y de calidad está por encima de los acuerdos internacionales firmados con EEUU y Canadá (quienes se han opuesto de manera rotunda al etiquetado de transgénicos ya que temen que las ventas disminuirán) se solicitó a Sagarpa la información relacionada con la presencia de OGMs en territorio nacional.