
Desaparición Forzada
México, D.F. 29 de abril de 2013 (Quadratín).- Hace unos día escribí sobre el potencial del impuesto predial como instrumento para incrementar la recaudación de los ingresos propios de los 2 445 municipios del País.
Sobre dar datos adicionales sobre el reducido aprovechamiento que hacen de este importante impuesto que constitucionalmente tienen el derecho a cobrar y cuya dinámica recaudatoria ha formado parte, hasta 2007 en los hechos, de los asignables para la distribución de las participaciones, como producto de las reformas a la Ley de Coordinación Fiscal de 1990 que lo introdujeron como asignable para el Fondo de Fomento Municipal (FFM) en ese momento alrededor de medio punto de la rfp, que se incrementó a 1 en 995- dando buenos resultados durante algunos años, así se dieron crecimientos en 1991 en el caso de Oaxaca de mil por ciento en la recaudación del predial y de Tabasco en 1994 del 400 por ciento, sin embargo las siguientes administraciones de esas entidades federativas La mayoría de las entidades federativas, no le dieron mucha importancia a esa responsabilidad y cayó el ritmo de crecimiento, sin embargo en algunas si se hicieron esfuerzos importantes, que fueron dañados al cambiarse la fórmula de distribución del FFM a partir de 2008, donde todo lo anterior se pondera por el porcentaje de población domiciliada.
Algunas entidades lo han mantenido en sus leyes y hay por supuesto resultados importantes, incluso en el discursos se les sigue diciendo a las autoridades municipales que existe una vinculación entre recaudación de predial y agua, pero no es así.
Claro que hay un beneficio para el municipio que lo hace bien, que es la propia recaudación.
Recuperando las cifras de mi anterior artículo, tenemos que en 2010, los impuestos representaron la parte más relevante de los ingresos propios de los municipios, con un 10.4 %, 10.5 % ingresos no tributarios. Por su parte las transferencias no condicionadas representaron un poco más del 65 %, que significa menor dependencia fiscal que la de las entidades federativas que es de alrededor del 90 %: 32 % proviene de las participaciones en impuestos federales coordinados y 33 % de las aportaciones condicionadas, reglamentadas en el Capítulo V de la Ley de Coordinación Fiscal. Por su parte, la deuda pública hoy arriba de los 43 mil millones de pesos apenas representó el 8.7 % en 2010, cifra menor a la recaudación del predial. La deuda está concentrada en el 0.1 % de los municipios.
En esto también hay una fuerte concentración, igual que en las participaciones, por razones de desarrollo y de concentración de valores catastrales, por ello los municipios de nueve entidades cobran cerca de tres quintas partes del predial nacional. Las menciono, destacando por supuesto el DF, siguen México, Jalisco, Nuevo León, Guanajuato, Chihuahua, Quintana Roo, Sinaloa, Baja California, Sonora, Veracruz, Querétaro, esto es 12, recaudaron el 79.3 por ciento del total.
En contraste en 12 entidades, sus municipios recaudan menos del uno por ciento del total nacional, y juntos apenas significan el 6.19 % del total: Hidalgo, Zacatecas, Yucatán, Chiapas, Colima, Durango, Tabasco, Oaxaca, Aguascalientes, Nayarit, Campeche y Tlaxcala, estos dos últimos apenas el 0.29 y 0.18 por ciento.
En cuanto nivel de municipios, 74 menos del 3 % del total nacional- recaudaron más de la mitad del predial en 2010, esto es 27 359 millones. Exceptuando por supuesto a la Ciudad de México, los 10 que más aplicados en el tema, son, Zapopan, Juárez, Monterrey, Guadalajara, León, Naucalpan de Juárez, Tlalnepantla de Baz, Solidaridad, Tijuana, Culiacán. Para llegar a 15, siguen Querétaro, Benito Juárez, Ecatepec de Morelos, Puebla y Toluca. Lo relevante es que son apenas el 3 por ciento de los municipios del País y de estos ocho no son capitales.
La tarea por lo que se ve es ardua y salidas hay muchas, las de carácter técnico, vinculadas al catastro, a la valoración, a la base del sistema y la construcción de incentivos para que el contribuyente cumpla. A nivel de coordinación gubernamental se encuentra una buena opción, en la creación de una Coordinación Nacional de Catastros en el marco del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal. Ayuda su organización en sus cuatro asociaciones.
Foto: Ambientación