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Ciudad Ixtepec, Oax. 29 de marzo de 2013 (Quadratín).- Encabezados por el clérigo Alejandro Solalinde Guerra, migrantes centroamericanos y del Caribe del refugio Hermanos en el camino de Ciudad Ixtepec, realizaron este Viernes Santo el Viacrucis por las principales calles de la población zapoteca.
El papel de Cristo fue representado por el haitiano Wilson Charles Martial, uno de los siete refugiados que el 28 de enero el Instituto Nacional de Migración (INM) entregó al refugio después de estar nueve meses asegurado en la garita migratoria de Acayucan, Veracruz.
La representación del martirio de Jesucristo antes de su crucifixión, partió de las instalaciones del albergue, ubicado cerca de la estación ferroviaria y concluyó con una escenificación de la llegada del mesías al Gólgota, ambientado en el patio interior del refugio católico.
La marcha del calvario duró una hora, recorriendo las principales avenidas del primer cuadro de la ciudad zapoteca. A diferencia de otros años, en esta ocasión la representación realizada por los migrantes se recibió con mucho respeto por los ciudadanos concentrados en las calles y el mercado público, manifestó emocionado el padre Alejandro Solalinde.
Para el cura, estas fechas son días para la meditación y el análisis de los actos, sobre todo por las acciones hacia los migrantes, que todos los días viven un calvario en su intento por internarse en el territorio mexicano, de analizar qué estamos haciendo como sociedad por este sector altamente discriminado, humillado y violentado.
Por primera vez, se unificaron de manera simultánea los más de 60 refugios de migrantes en todo México con el Viacrucis que realizó el albergue de Ciudad Ixtepec Es un esfuerzo de solidaridad de unión espiritual que determinamos hacer en este día, para meditar no sólo sobre el sacrificio del Señor, sino por el sufrimiento del hermano migrante, expresó Solalinde Guerra.
Por la tarde continuarán las actividades religiosas de meditación, por la noche nuevamente realizarán una marcha silenciosa, la cual estará encabezada por las mujeres migrantes, quienes portarán velas y elevarán una plegaria por el Hijo de Dios y los miles de hijos migrantes desaparecidos y asesinados en México.