
¡Por más días efectivos de clases!
Oaxaca, Oax. 25 de marzo de 2013 (Quadratín).- En varias ocasiones he comentado las razones para dar seguimiento al manejo de la política económica y las consecuencias sociales de la crisis europea y la española en particular, con millones de nuevos desempleados, 46 408 desahucios en 2013 incluyendo muchos suicidios-, sin contar la inflación, las crisis bancaria y fiscal, las huelgas generales, el incumplimiento de las promesas electorales, sus problemas de integración nacional, con un problema de desintegración del estado unitario, que crece en gran medida en Cataluña y en el País Vasco cuyas tendencias antrópicas nadie puede negar.
La razón de seguir ese tema es para aprender lo que no se debe hacer con la política económica y social y las consecuencias del centralismo como forma de gobierno.
Pero en la mayoría de Europa, como si fueran fichas de dominó, van cayendo las economías agrupadas en la Unión Europea, dominada por Alemania, cuyas decisiones han profundizado las crisis sociales, la desigualdad y deteriorado profundamente la política social, el gasto en educación y salud, las privatizaciones de áreas importantes del sector salud, el trato a los migrantes en cuanto a sus derechos de asistencia social y el desempleo creciente, con cifras sin precedente en sus economías, teniendo los mejores ejemplos en Grecia y España. Aunque dentro de la Unión hay quienes piensan distinto como sería el caso de Francia.
El asunto es que primero Grecia, pero también Irlanda, Portugal, España, Italia y ahora Chipre, un pequeño país con alrededor de un millón de habitantes y el 0.2 % del PIB de la eurozona, partido a la mitad por la ocupación de un país miembro de la Unión Europea y de la OCDE. Recientemente los italianos votaron por los extremos, dejando en tercer lugar a Mario Mónti, quien ofrecía a rescatar a su país con medidas parecidas a las aplicadas en su propio gobierno y en los socios europeos con problemas.
A Chipre se le está presionando para que expropie parte importante de las cuentas bancarias de los ahorradores, con la amenaza de que se suspenderá la inyección de liquidez por parte del Banco Central Europeo a la banca chipriota, lo que implicaría la quiebre del sistema financiero y la bancarrota del país. Inicialmente se pretendía gravar con 6.75 % a los depósitos inferiores a cien mil euros y con 9.99 % a los que rebasaran esa cantidad. Sin embargo las propias autoridades del Eurogrupo, cambiaron su decisión y ahora quedarían intocables y protegidas las cuentas con menos de cien mil euros, pero a las demás se les gravaría con el 10 %. Según datos publicados en la prensa, 38 mil depositantes del Banco de Chipre, superan esa cantidad, claro hay muchos extranjeros, particularmente rusos. Por cierto Rusia se negó a rescatar a este País a cambio de la explotación de sus reservas de gas natural.
El objetivo de Bruselas es que con la expropiación se junten 5 800 millones de euros, prestarían 10 mil millones más y los propios chipriotas tendrían que reunir 7 mil millones adicionales. El País menciona el sábado que ya se necesitan 20 mil millones de euros.
Los diputados de Chipre rechazaron el Plan y el Gobierno plantea usar un Fondo de inversión cubierto por las pensiones, los bienes de la iglesia ortodoxa y las reservas de oro (El País. 23.03.2013), tratando de evitar que el impuesto o la expropiación fuera del 16 % para juntar lo que le exigen a ese País.
Recordamos en América Latina la triste historia del corralito argentino, que provocó el empobrecimiento y la pérdida de recursos de numerosos argentinos, perjudicando fuertemente a la clase media, la que formó sus ahorros derivados de salarios y que estaban en mayor edad. Lo mismo pasará en Chipre.
La amenaza de quienes dominan la zona euro, muestra que están dispuesto a excluir a este pequeño país de la misma.
La expropiación de las cuentas y los controles a los movimientos de capital, se contradicen con los principios económicos que dominan la eurozona.
[email protected]
Foto: Archivo