Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
Oaxaca, Oax. 15 de febrero de 2013 (Quadratín).- Rosa Venus, jabón chiquito. No te mojes los cabellos mi niña, que te van a regañar en tu casa. ¿Dónde quema el poema? El poema que arde como boleta electoral. En el zócalo de mi ciudad una adolescente espera que entre la noche para besar a su enamorado tras la manta de un local donde alguien vende libros. Un joven con un conejo blanco entre sus manos camina con su novia, junto a la fuente. Día de los enamorados, la fuente que no se calla. Los poetas ladran como perros de feria, merolicos. Bara bara, bara bara, éntrele. Tres tandas por un boleto. Tres. Já. Día de los enamorados, multitud que no descansa. Ruido de merolicos, de camiones del servicio urbano, ataúdes con ruedas. Muerte artrítica, inválida, tullida voraz que anda a paso redoblado como gendarme mientras las gotas de la fuente rebotan en la cantera verde, como senos de adolescente sin sostén a mediodía y con camiseta de tirantitos. Una niña se sienta al lado del poeta en la banca verde del zócalo de mi ciudad y pide tomarse una fotografía. Los poetas dicen sus versos como una banda de delincuentes junto a un bandoneón a la mitad del tango, verdes como banca de parque público municipal. La novia del poeta mira con descaro a los hombres que pasan junto a ella en el zócalo de mi ciudad como prostituta que se alquila en las plazas mi país. Bara. ¿Por qué las bancas están pintadas color verde bandera? Poetas llaneros solitarios, solititos. Pobres. Andan como merolico sin dueño, casi perros, que arrastran pulga y cadena por las calles con ojos de insomne.. Como crudo que anhela con todas sus fuerzas un caldo de res con harto chile y cebolla morada para que se le pare la vista en las gotas senos verdes sobre la cantera amarilla color cirrótico. Verde amarillo del Brasil. Selva y playa dorada. Ni modos, rosa Venus. Jabón chiquito en día de San Valentín. Tres, tres. Sí, bueno, bueno: probando equipo de sonido.
Foto: Ambientación