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Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
México, D.F. 31 de enero de 2013 (Quadratín).- El presidente del Consejo de Administración de Mareña Renovables, Jonathan Davis, dijo este jueves que se van de Oaxaca, ya no están dispuestos a esperar y esto significa el retiro de los más de 13 mil millones de pesos que invertirían en la instalación del parque eólico más grande en América Latina.
Pidió al gobierno de Oaxaca aplicar la ley, porque no es posible que un grupo minoritario pare un proyecto de esta magnitud que dejaría beneficios de entre 15 y 17 millones de pesos a las comunidades de San Dionisio del Mar y Santa María, independientemente de los proyectos productivos
Esto se dijo en el congreso méxico wind power 2013, al que de última hora ya no llegó el secretario de Finanzas, Gerardo Cajiga, quien estaba en el programa impreso como ponente en la mesa denominada Efectos económicos y sociales en las comunidades.
Ya nos vamos, no podemos esperar eternamente, mencionó en conferencia de prensa ofrecida durante el Congreso México Windpower 2013 que reúne a inversionistas de los países con alto potencial en energía eólica.
Consideró que la falta de condiciones para la realización del proyecto retrasó el inicio de la construcción, que debió iniciar desde marzo del año pasado.
Ya no podemos esperar, con el Gobierno no hemos hablado un mes, ni dos, y si un grupo que está al margen de la ley, un grupo minoritario, puede parar un proyecto como este, es muy mala señal, añadió en sus comentarios.
Explicó que la empresa cuenta con todos los permisos, con todos los estudios de impacto ambiental, con todos los pagos que se requieren y no han podido entrar.
Jamás ninguna empresa podrá invertir en Oaxaca, advirtió Jonatan Davis y dijo que lo que pidieron al gobierno es que se aplique la ley.
Para la instalación del parque eólico en Oaxaca, considerado el proyecto más grande de América Latina, la empresa Mareña Renovables la empresa invirtió recursos propios y obtuvo 700 millones de dólares en préstamos de diversos bancos.
Los inversionistas del proyecto son el consorcio japonés Mitsubishi, el Fondo de Pensiones holandés PGGM y McQuari, un fondo de infraestructura mexicana que proviene de las afores son recursos de los trabajadores mexicanos.
Explicó que en la etapa del desarrollo, una de las tres en la vida de los parques, requieren de las autorizaciones de la Comisión Reguladora de Energía, de la Comisión Federal de Electricidad y un cliente potencial a quien venderle la energía.
En este caso, el contrato se hizo con FEMSA, el principal embotellador de Coca Cola. Además, los convenios con el usufructo, uso de la tierra y permisos que se realizan en presencia de autoridades agrarias.
Para llevar la energía a la subestación de CFE en Ixtepec son 54 kilómetros y se hicieron más de 220 negociaciones con pequeños propietsrios y con ejidatarios, asambleas, permisos, donde van a estar las líneas de evacuación.
Aparte, dijo, los convenios con San Dionisio del Mar y Santa María del Mar, para la instalación de los aerogeneradores.
Fueron 67 permisos con 11 distintas autoridades, se cambió la proyección de 36 aerogeneradores, se hicieron estudios de impacto ambiental, se cubrió todo lo que pudieron pedir las autoridades, dijo.
Mencionó que la construcción debió iniciar en marzo del año pasado y hasta este momento no hemos podido iniciar por estos grupos minoritsrios de pobladores qur no están de acuerdo con el proyecto.
En Santa María y San Dionisio se instalarían 30 y 102 aerogeneradores con capacidad cada uno para generar tres megawats y cada año, recibirían entre 15 y 17 millones de pesos, además de los proyectos productivos que preveían iniciar en la zona.
Es una gran pérdida para las comunidades, pero más, jamás una empresa podrá invertir en Oaxaca, expresó.
Consideró que está en la disposición de hablar con quienes están inconformes y que conozcan el proyecto y beneficios que pueden obtener.
Además, cuestionó a quienes promueven mitos y desinforman a la población.