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Personas trans podrán usar baños de mujeres, determina la SCJN
Oaxaca, Oax. 31 de enero de 2013 (Quadratín).- Es paradójico que a pesar de que todos los partidos políticos tienen establecido un acuerdo de gran magnitud a través del Pacto por México, unos y otros continúen haciendo señalamientos en relación a la Cruzada Nacional contra el Hambre. Aunque el gobierno federal asegura que esta es una estrategia integral que busca abatir las necesidades de las personas pero también incluirlas en el desarrollo a través de esquemas efectivos, en más de una de las fuerzas políticas de oposición se señala que esta es una simple estrategia de fines electorales. Por el bien del país, esta cruzada debe ser auténticamente nacional; y eso incluye la participación, las ideas y el consenso de todos y no sólo de un partido o tribu política.
Por un lado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha afirmado que la Cruzada Nacional contra el Hambre fortalecerá las capacidades productivas de los mexicanos para combatir la pobreza de manera eficaz, a través de una estrategia de inclusión y bienestar social que dará un piso mínimo de bienestar a 7.4 millones de beneficiarios. La dependencia que encabeza Luis Videgaray Caso, expone que esto se logrará mediante la conjunción de esfuerzos en los sectores salud, educación, vivienda, economía y servicios básicos como agua, luz y drenaje.
En el combate a la pobreza son necesarias, dice Hacienda, acciones decididas y focalizadas que permitan no sólo atender las necesidades elementales de la población en condición de pobreza, sino que generen actividades productivas y generadoras de riqueza. Señala además, que cuando la proporción de la población en pobreza es elevada, la productividad y la competitividad de la economía en su conjunto son limitadas, lo que mantiene a los mercados en un funcionamiento por debajo del óptimo, traduciéndose en menores oportunidades de desarrollo y bienestar para todos.
Los objetivos a cumplir son importantes, aunque todos los puntos que siguen estando sujetos a señalamientos y críticas por parecer electoreros son los relativos a la forma de aplicación de la estrategia. En cuanto a los fines, el gobierno federal afirma que los objetivos a cumplir son cero hambre a partir de una alimentación y nutrición adecuada de las personas en pobreza extrema y carencia de acceso a la alimentación, y eliminar la desnutrición infantil aguda.
Además, aumentar la producción de alimentos y el ingreso de los campesinos y pequeños productores agrícolas; minimizar las pérdidas post-cosecha y de alimentos durante su almacenamiento, transporte, distribución y comercialización, y promover la participación comunitaria para la erradicación del hambre.
Si de verdad se intenta reactivar la producción interna, esto debe hacerse con eficacia y justicia. Es decir, dar oportunidad a todos los productores de todo el país, a que participen de esta estrategia y sus beneficios, en calidad de proveedores. Lo mismo debe ocurrir en cuanto a las personas que reciben los apoyos. Deben ser todos. Por eso la Cruzada debe ser nacional, incluyente, detonadora del trabajo y el bienestar y, en resumen, nacional en toda la extensión de la palabra.
* Representante legal de Afodepo A.C.