Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
Oaxaca, Oax. 24 de enero de 2013 (Quadratín).-El procurador General de Justicia de Oaxaca, Manuel de Jesús López López aseguró que pese a los incidentes delictivos que se han presentado en la capital, el estado se ubica dentro de las primeras ocho entidades más seguras a nivel nacional.
De acuerdo al Fiscal oaxaqueño se prevé que en las próximas semanas en coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública estatal y algunas dependencias federales encargadas de la seguridad, se refuercen las bases de Operaciones Mixtas para evitar que el efecto cucaracha aumente y Oaxaca pierda lugares como un estado seguro.
Informó que las zonas donde se reforzará la seguridad son la Cuenca del Papaloapan y la Costa para evitar que bandas criminales que operan en aquellos estados vecinos se trasladen al territorio oaxaqueño.
Luego de precisar que no declarara nada con relación al tema de los dos niños que fueron secuestrados por una banda dedicada a este ilícito, el Procurador General de Justicia, dijo que en dos años la Procuraduría General de Justicia del estado ha detenido a más delincuentes, especialmente en cuatro tipos de delito como son: secuestro, robo-robo de vehículo, homicidio y extorsión.
Comparó que las cifras logradas en la presente administración son mucho mayores que las registradas en años anteriores.
López López indicó que Oaxaca es uno de los estados con un índice delictivo bajo incluso por debajo de la media nacional.
Aludió que los incidentes delictivos registrados son porque Oaxaca se ubica geográficamente entre dos estados donde el índice delictivo se ha disparado.
En esos dos estados existen operativos por parte de la federación, se da un efecto cucaracha, en la Costa los secuestros son por parte de gente de Guerrero, las decapitaciones en la Cuenca son por gente procedente de Veracruz, entonces no estamos exento de ello, no tenemos esos niveles y eso no es fortuito, comparó.
El Fiscal del estado reiteró que el tema de seguridad es una ardua labor y de una lucha diaria, donde nadie puede sentirse satisfecho ni echar las campanas al aire.