
Tareas de Claudia sin AMLO: economía y Casa Blanca
Oaxaca, Oax. 15 de enero de 2013 (Quadratín).- Esta semana que inicia será crucial para el arranque de la cruzada contra el hambre, que anunció el presidente Enrique Peña Nieto cuando inició su gobierno. Será la Secretaría de Desarrollo Social la que se encargue de establecer las comunidades y la forma en que se abordará esta encomienda presidencial. Nosotros consideramos que aunque es vital terminar con el hambre, debe ser también una prioridad, que hasta ahora parece no estarse atendiendo, dotar a las personas pobres y marginadas de elementos y capacitación para que sean ellos mismos quienes sacien su hambre.
Desde el inicio de su gobierno, el Presidente de México ha venido afirmando que en este primer mes del año la Sedesol pondrá en marcha la Cruzada Nacional contra el Hambre. Peña Nieto ha dicho que esa medida es sólo parte de la ecuación, pues lo que México hoy necesita para hacerle frente al hambre de millones de mexicanos es incrementar nuestra producción de alimentos y reducir la vulnerabilidad del exterior a partir de la especulación de precios que se da a los productos alimentarios.
Coincidimos con la visión presidencial, cuando Peña Nieto afirma que es indignante e inaceptable que millones de mexicanos aún padezcan de hambre en pleno siglo XXI, y por eso dice que la intención de la Cruzada es que no falte comida en la mesa de las familias mexicanas, como primer requisito para cumplir con las metas de desarrollo en un clima de estabilidad política y social.
Sobre eso mismo, Peña Nieto ha dicho también que en el marco del Pacto por México, las principales fuerzas políticas del país se han comprometido a cerrar filas para transformar el campo y hacerlo más productivo, y ha reiterado que los grandes objetivos trazados para el campo son los siguientes: un campo justo, productivo, rentable y sustentable. Y que para avanzar en esa visión del campo mexicano, el gobierno federal hará todo lo que sea necesario.
Todo eso suena muy bien pero es necesario llevar todo eso a los hechos. Todos los que, como en la Asociación para el Fomento y Desarrollo de los Pueblos de Oaxaca, trabajamos cotidianamente en contacto estrecho con las comunidades marginadas para ayudarlos a superar sus condiciones sociales, sabemos que el problema no es sólo llevarles de comer, sino proveerlos de los elementos necesarios para que ellos produzcan sus propios medios de subsistencia. De hecho, llevarles una despensa o comida es un mero acto asistencialista que no debe seguir siendo alimentado por el gobierno como única estrategia.
Pensemos, por ejemplo, en la trascendencia económica que tiene la Cruzada contra el Hambre. Serán, estamos seguros, millones de toneladas de productos de subsistencia, que no sabemos con exactitud dónde son producidas o, aún más importante, de dónde, de qué países son traídas a México. Por eso mismo es necesario que todos juntos hagamos todo lo que sea necesario para redoblar esfuerzos en el mejoramiento de la producción del campo. Más que un plato de comida, debemos ayudar a nuestra gente a que aprenda a producir sus alimentos. Así el hambre se erradicará para siempre, y no sólo por un día.
* Presidente de Afodepo A.C.