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México, D.F. 28 de agosto 2012 (Quadratín).- Como lo ha hecho en otros estados del país, el Secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra, vino a este municipio para atender las consecuencias del impacto del cambio climático en la población: primero, la sequía que acabó con los cultivos y el trabajo; ahora, el exceso de agua, de las lluvias torrenciales que hace diez días destrozaron sus precarias viviendas.
Apenas en marzo, el Titular de la Sedesol llegó a Comundú para entregar un tanque de almacenamiento de agua para consumo humano, con capacidad de 10 mil litros, para mitigar los efectos de la sequía extrema. Hoy regresa para dotar despensas y ayuda humanitaria a esas mismas familias, que sufren por las lluvias que inundaron y destrozaron sus viviendas.
Sus habitantes son, en su mayoría, jornaleros agrícolas, quienes viven en casas precarias techadas con láminas o palmas. Aquí las temperaturas superan los 40 grados centígrados y en su planicie semidesértica sólo se ven mezquites y cactus. Los 23 mil jornaleros agrícolas se dedican a los cultivos de espárragos, papas, ajos y cebollas.
Acompañado del gobernador de Baja California Sur, Marcos Alberto Covarrubias Villaseñor, y del presidente municipal de Comondú, Venustiano Pérez Sánchez, el Secretario de Desarrollo Social arribó a esta colonia, denominada popularmente como Polvo Nuevo porque sus calles no están pavimentadas y sus casas son rústicas, para entregar 10 viviendas del Fonden y tarjetas bancarias de 70 y más.
El cambio climático es una realidad en el estado de Baja California Sur. Después de dos años sin que cayera una gota de agua, que le llevaron a vivir una sequía extrema, le llegan varios días de lluvia, producto de los remanentes de la tormenta tropical Ernesto, que provoca inundaciones y pérdida de viviendas.
La atención a las familias afectadas por las lluvias que en días pasados provocaron daños a alrededor de 750 viviendas, algunas de ellas con pérdida total, se convirtió en la prioridad de una gira hecha para evaluar la aplicación de los programas sociales de combate a la pobreza.
Los funcionarios de los tres niveles de gobierno entregaron despensas a las familias, a pie de un camión de Diconsa. Posteriormente caminaron a la casa del señor Abel Zaragoza Hernández, uno de los beneficiarios del Fonden, para entregar simbólicamente las llaves de diez nuevas viviendas en Ciudad Constitución.
De ahí fueron al campo de futbol del Instituto Tecnológico de Ciudad Constitución, donde realizaron la entrega simbólica de cinco tarjetas bancarias a nuevos beneficiarios del Programa 70 y más, que pasará de 7 mil adultos mayores empadronados en 2011 a más de 11 mil al término de este año.
El titular de la Sedesol reiteró que el Programa inició en 2007 en las zonas más pobres del país, y se amplió hasta llegar a las zonas urbanas, para entregar a los beneficiarios mil pesos cada bimestre, un apoyo que no es suficiente, pero que para 9 de 10 mexicanos representa su única fuente de ingresos.