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Oaxaca, Oax. 27 de agosto 2012 (Quadratín).- ESte 27 de agosto, se cumplen ocho años de la muerte del poeta y luchador incansable Enedino Jiménez Jiménez, quien naciera un 5 de marzo de 1951 en la Heroica ciudad de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca. Escribió poemas y relatos que fueron publicados en libros, revistas y periódicos; fue un hombre íntegro, honesto y comprometido con su pueblo; como luchador social fundó a la COCEI y peleó hasta el último momento de su vida por recobrar su línea fundacional, una COCEI que los líderes rapaces arrastraron a la degradación que es ahora; como maestro fundó escuelas de educación alternativa a la oficial, y creó el Movimiento Democrático Magisterial del estado de Oaxaca, que es vanguardia en la lucha por la dignificación del trabajo del maestro y la defensa de la educación pública gratuita, laica, científica y humanista.
Decía Saramago: El hombre es como un soplo, sus días pasan como la sombra. El hombre nacido de mujer es escaso de día y rico en inquietud, aparece como una flor y como ella es cortado, va como la sombra y no permanece. Y todos nosotros, donde quiera que estemos y quienquiera que seamos, no hacemos más en la vida que ir buscando el lugar donde quedarnos para siempre.
La piedra dura que es la realidad y el eterno insatisfecho que es el corazón del hombre, hacen que Píndaro, diga: Alma mía, no aspires a la vida inmortal, /pero agota el campo de lo posible. O que el poeta ixtaltepecano, Jesús Rasgado, cante: Así es la vida, no hay que esperar,/llega una sombra y luego se va;/así es la vida, no hay que llorar,/hay que reír, cantar y gozar./Cuando un amor te venga a buscar,/bríndale un beso porque se va;/así es la vida, no hay que esperar,/es un momento y nada más.
Así vivió la vida Enedino Jiménez, como Maestro, su consigna fue El elogio al estudio de Bertold Brecht: Biziidi ABC, huaxié gani, huaxa, ¡biziidi ni! ¡Cadi guixhacaladxu! ¡bizulú! ¡nápalu xi guiziidu guirani! Lii naquiiñe gácalu xaíque – Aprende el ABC, no basta, pero/ ¡apréndelo! ¡No te desalientes!/ ¡Empieza! ¡Tienes que saberlo todo!/ Tú debes asumir la dirección; como poeta, cantó el amor del corazón: Nadxiibi ládilu, rixubenaya lii,/ yuxinuí nisadó tica lii – Sensible a la marea de mi tacto/ pareces fina arena del océano; y cantó el amor a su pueblo: Diidxazá./Tu laa guindisa lii ra nuulu
/ tutiica laabe, diidxazá/ que zeedabe gadxé guidxi. / Laaca xpinnilu nga gusibani lii, / Naa la? Nayeche zazaya neza chelu. -Zapoteco/ ¡Quién te levantará del sitio donde te hallas
/quienquiera que sea, zapoteco/ no vendrá de pueblo ajeno/ tu misma gente dará aliento a tu existencia./ Yo caminaré satisfecho la ruta que tú lleves; como hombre político, dio la batalla a favor de una sociedad más justa e igualitaria.
Estos son los hombres imprescindibles, los que luchan toda su vida, los que siembran rigor en el trabajo, y dulzura en su relación con el otro; por eso no olvidamos a Enedino, porque hombres como él nunca mueren, y son los que inspiran versos como el de Dylan Thomas:
Y no tendrá dominio la muerte.
Ya nunca en sus oídos gritarán las gaviotas,
ni el rompiente clamor de las olas;
donde una flor se abrió, nunca más otra
alzará su cabeza al soplo de la lluvia;
aunque locos y muertos como clavos, martillos
serán; en las flores surgirán sus cabezas,
abiertas en la luz hasta que el sol se caiga;
y no tendrá dominio la muerte.
A ocho años de distancia, seguimos llorando al hombre que la muerte nos arrebató, la pérdida del prodigio de su convivencia. Que su memoria nos ilumine para ser mejores seres humanos cada día; y que su pensamiento y proceder político, inunde nuestro corazón de razón y coraje, para buscar la puerta y el camino en esta criminal obscuridad que los malos gobiernos se empecinan en mantenernos. Solo la memoria, la organización y la lucha nos salvarán. Trabajar de manera incansable por una sociedad más justa, plural e incluyente, es rendir el mejor homenaje al maestro y poeta Enedino Jiménez.
Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, a 26 de agosto de 2012.