Inspecciona Protección Civil para evitar incidentes en Día de Muertos
México, D.F. 9 de agosto 2012 (Quadratín).- Al subrayar que las actividades de pesca, canotaje y vela continúan sin restricción, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) anunció que en la presa Valle de Bravo ya se superó la fase de emergencia y se ubica en la fase de regulación, por lo que los días jueves 9, viernes 10, sábado 11 y domingo 12 de agosto, se permitirá nuevamente la navegación de embarcaciones tipo yate, desde Punta Avándaro hasta Punta San Gaspar, a no más de 15 nudos, en un horario ampliado de 10 a 19 horas, dos horas más que hasta ahora.
Además, aunque siga prohibida la navegación en la parte poniente del embalse, en las zonas norte y sur, se permitirá el paso de los yates hacia la zona liberada bajo la constante supervisión de la Capitanía de Puerto.
Después de la reunión semanal de evaluación de los avances entre autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, del Estado de México y de la Conagua se acordó implementar un plan integral de saneamiento de la presa Valle de Bravo de largo plazo en el que tendrían que participar los tres órdenes de gobierno y que incluye la prohibición de descargas de aguas negras, la regulación conforme a la norma correspondiente de descargas de aguas residuales, un plan de desarrollo urbano basado en el respeto a las zonas federales y de natural inundación, acciones de reforestación y el control de las actividades acuáticas.
Entre las metas cumplidas, dijo, Miguel Ángel Vázquez Saavedra, Director General del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México, se cuenta la recuperación de la calidad del agua del embalse y, por ende, el turismo. Incluso se ha logrado el ordenamiento de las embarcaciones con resultados muy positivos.
Con respecto a las acciones inmediatas del programa de saneamiento, Antonio Gutiérrez Marcos, Director de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México, detalló que en total se retiraron 900 metros cúbicos de microalga y la recarga natural de la presa está entre 300 y 400 mil litros diarios, lo que ha impactado de manera benéfica en el agua, que sigue sin presentar niveles altos de geosmina, sustancia que provocaba el olor y el sabor a tierra mojada.
Esas labores, aunadas a la disposición de la población para el ordenamiento de las actividades acuáticas, han garantizado la calidad del agua potable que se envía a la Zona Metropolitana del Valle de México y que beneficia, mediante el Sistema Cutzamala, a más de 5.5 millones de personas.