Olaf Iván Corro Labra/ Oclocracia, ¿de Oaxaca para México?

“Todo lo necesario para el triunfo del mal, es que los hombres de bien no hagan nada…”
Edmund Burke.
Oaxaca, Oax. 26 de julio 2012 (Quadratín).- El pasado mes de junio, justo antes del día de elección, recibí un correo de un buen amigo en donde me expresaba su preocupación por los conflictos sociales, políticos y económicos que se pudieran generar con motivo de que algún candidato en particular no ganara y que todo el país se Oaxaqueñizara, es decir que todos los días hubiera ingobernabilidad, inseguridad, conflictos, bloqueos, plantones, etc.
Remató diciendo, la democracia y la gobernabilidad esta en decadencia y estamos cerca de la “Ingobernabilidad como resultado de la aplicación de políticas demagógicas”. Esto significa, aquí y en china, que estamos al borde del gobierno de la Plebe, es decir la oclocracia.
Para no errar en mis comentarios acudí a diccionarios y a internet para documentarme al respecto y encontré lo siguiente:
Definición: Oclocracia o gobierno de la muchedumbre, según la visión aristotélica clásica es una de las tres formas específicas de degeneración de las formas puras de gobierno, en concreto de la política. Polibio, historiador griego, llamó oclocracia al fruto de la acción demagógica y la definió como ”la tiranía de las mayorías incultas y uso indebido de la fuerza para obligar a los gobernantes a adoptar políticas, decisiones o regulaciones desafortunadas”.
Según el filósofo escocés James Mackintosh, oclocracia es la autoridad de un populacho corrompido y tumultuoso, como el despotismo del tropel, nunca el gobierno de un pueblo.
Es común que dicha situación esté promovida por la influencia de intereses que ejercen el poder para hacerla degenerar en oclocracia con el objetivo de mantener dicho poder de forma corrupta, buscando una ilusoria legitimidad en el sector más ignorante de la sociedad, hacia el cual vuelcan todos sus esfuerzos propagandísticos y manipuladores.
En el desarrollo de esta política, sólo se tiene en cuenta de una forma superficial y burda los reales intereses del país, dirigiéndose el objetivo de la conquista al mantenimiento de un poder personal o de grupo, mediante la acción demagógica en sus múltiples formas apelando a emociones irracionales mediante estrategias como la promoción de discriminaciones, fanatismos y sentimientos nacionalistas exacerbados; el fomento de los miedos e inquietudes irracionales; la creación de deseos injustificados o inalcanzables, etc. para ganar el apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la oratoria, la retórica y el control de la población. La apropiación de los medios de comunicación y de los medios de educación por parte de dichos sectores de poder son puntos clave para quien busca esta estructura de gobierno, a fin de utilizar la desinformación.
Así se mantiene un dominio sobre masas en movimiento que hacen valer sus propias instancias inmediatas e incontroladas creando la ilusión de que se impone un legítimo poder constituido sobre la voluntad popular.
Yo me pregunto, este es el Oaxaca que estamos construyendo y que ven el resto de mexicanos?, este es el Oaxaca heredero de historia, cultura e identidad?, este es el Oaxaca que queremos para nuestros hijos?, este es el Oaxaca donde el mal se imponga ante la pasividad de los buenos?
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