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Oaxaca, invitado de honor en la FIL de Palacio de Minería
Oaxaca, Oax. 24 de julio 2012 (Quadratín).- Es indígena pero no es pobre. Jamás fue a la escuela, pero no es ignorante. Le tocó criar ocho hermanos y nueve hijos pero no está cansada. Tiene más de 70 años, pero conserva el espíritu de aventura de la juventud.
Guillermina Aguilar Alcántara, la mayor de tres hermanas famosas por su habilidad para dar al barro mil formas: ángeles, sirenas, mujeres de la mala vida y fridas, muchas Fridas Khalo, es una de las artesanas oaxaqueñas reconocidas como maestra del arte popular mexicano, y no sólo eso, además encarna el ideal de mujer de las feministas: autónoma, independiente, realizada.
Su trabajo le brinda independencia económica; su talento lo han reconocido personalidades como John Rockefeller, la reina Sofía de España y la reina Isabel de Inglaterra, quienes han visitado su modesto taller en Ocotlán de Morelos.
Amiga de toda la vida del fallecido pintor Rodolfo Morales y experta en la técnica del barro pintado, Doña Guille afirma categórica: No soy mujer de letra, soy de treta. Nunca aprendí a leer pero conozco euros, dólares, chelines y soles, y sé cuánto valen.
Para ella la cerámica es el trabajo que le ha permitido hacer lo que le gusta: viajar, sostener a su familia, y divertirse: A veces hay personas que me quieren enseñar a leer, pero no se me queda nada, ni quiero, pienso que si leo me voy a desviar de mi trabajo. Yo estoy bien contenta y me siento bien chingona, confiesa con alegría en su taller.
Su esposo, Leopoldo García Cruz, es un hombre que no sólo la alienta, le ayuda además en la preparación del barro para que sus creaciones sean cada vez más acabadas. Sus hijos conforman un ejército que se esmeró en aprender todo lo que su madre pudo enseñarles y ahora tienen ya su propia trayectoria como ceramistas.
Sobre sus piezas, entre las que sobresalen las fridas, que no sólo le han dado fama a ella sino además han hecho popular a Frida Khalo, artista emblemática de la cultura mexicana, explica que fue su hija Guadalupe la que empezó a estudiar la vida y obra de la artista y de ahí le dio por empezar a modelar cientos de ellas, y cada una distinta.
De ahí en adelante, toda la familia empezó a realizar distintas versiones de la Frida Khalo, entre ellas las que se encuentran en la colección de Fondo Cultural Banamex que se exhibe en estos días en el Centro Académico y Cultural San Pablo, en el centro histórico de la capital oaxaqueña.
Las hermanas Guillermina, Irene y Josefina Aguilar, son reconocidas por lo genuino de sus piezas de barro pintado, y su taller, junto con la casa del extinto pintor Rodolfo Morales, son sitios de visita obligada en Ocotlán de Morelos, localidad de los valles centrales de Oaxaca situado a 40 minutos de la capital del Estado.