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Confirma ASF que gobierno de Oaxaca trabaja da resultados: Nino Morales
San Juan Bautista Tuxtepec; Oax. 9 de junio 2012 (Quadratín).- Con arrobo contempló a la multitud que colmaba las calles, que gritaba en monumental coro: ¡Eviel Senador, Eviel Senador!. Su mirada se perdía en la inmensidad de los poblados de la Cuenca del Papaloapan. Entonces, Eviel Pérez Magaña candidato del Partio Revolucionario Institucional (PRI) al Senado mostró una emocionada sonrisa.
Estaba cerca, muy cerca de su tierra natal, a no más de diez kilómetros. Le acompañaban en el improvisado templete quienes integran su equipo de campaña. Segundos antes, él había concluido su mensaje con un: ¡Viva Oaxaca, viva la Cuenca, Viva el PRI! que tuvo una impresionante, vibrante respuesta de la multitud: ¡Vivaaa!.
El cielo era azul, cargado de pequeñas y amenazantes nubes que no llegaron a romper en tormenta. Él vestía con sobriedad, pantalón de mezclilla y camisa color blanco con vivos en rojo. Estaba contento. Cuando tomó el micrófono para empezar a decir su discurso, temblaba ligeramente la mano derecha de la emoción de estar nuevamente con los suyos, sus paisanos.
Con esa misma mano al frente, sólo, en la parte delantera del escenario, Pérez Magaña manifestó las palabras que constituyen su propuesta. No fueron las mismas que expresan otros candidatos llenas de insultos, de ataques, de engaños. Él por el contrario ofreció que de llegar al Senado legislará por los más pobres, porque se atiendan desde el gobierno federal que encabezará Enrique Peña Nieto los rezagos y se salde la deuda que los gobiernos panistas dejaron a Oaxaca, en síntesis procurar mejores condiciones de vida para las y los oaxaqueños.
Eran las calles de las colonias Siglo XXI y Loma Alta hasta donde llegaron decenas de fervores, pasiones, admiraciones, devociones ofrendadas al que quienes ven como próximo Senador por eso no dudaron en proclamar Eviel Senador, Eviel Senador.
Una mañana y tarde de caluroso clima y de candentes manifestaciones de apoyo y respaldo. La gente llegó desde temprano. Por familias, o en grupos, en camión, en microbuses o en automóviles propios con los cuales recorrieron las carreteras para llegar a ver su futuro Senador.
Avanzaron hacia el corazón de las colonias, en marcha y en grupos, con pasos firmes, con expresiones alegres, pero también iracundas cuando identificaban la propaganda de aquellos que ofrecieron empleo, paz y progreso y sólo han dejado desesperanza y mayor pobreza.
Fuertemente custodiado estaba el Candidato a Senador y no por un cuerpo de seguridad, sino por las mujeres y hombres quienes a su alrededor formaron un amplio grupo que lo abrazaba, le externaba de diversas formas su cariño, su respaldo.
Lo resguardaba lo mismo una joven mujer de nombre Marisela que le solicitó mayores oportunidades de estudio, o doña Jovita Sánchez una anciana de 75 años que denunciaba como estaba siendo condicionada por el gobierno federal para que le entregaran su apoyo del programa 70 y Más o José Luis Pérez un obrero que tiene medio año sin encontrar empleo, porque la empresa en la cual laboraba tuvo que cerrar al no poder pagar los excesivos impuestos que estableció este gobierno federal panista.
En el final de las colonias lo aguardaban varias sillas de madera. Al fondo, una gran manta multicolor con la foto de Eviel Pérez Magaña, el escudo del PRI y la frase Compromiso por Oaxaca. Un emblema que también estaba en las playeras del equipo de campaña evielista, y en la papelería que llevan consigo sus colaboradores y donde anotan las demandas, las solicitudes que se le entregan al candidato priista al Senado.
Un encuentro que la mayoría de los asistentes calificaron como solemne.
Y con la solemnidad, el aspirante a Diputado federal, Jaime Aranda Castillo entregó el micrófono a Eviel Pérez Magaña. Eran las 14:00 horas de la tarde. Luego, él avanzó cinco pasos para colocarse ante el auditorio y hablar directo con sus paisanos, con su estilo, a su manera
de frente y sin engaños.
Solemnidad que poco después fue quebrantada. Aquí está la muestra de lo que somos y seremos capaces de llevar a cabo, manifestaba Eviel Pérez Magaña, cuando a la derecha del presídium, una joven, en el toldo de una camioneta, gritó desaforada: ¡Eviel Senador!.
Él continuó con su discurso. Presentó sus propuestas legislativas, y concluyó con ¡Vivas! al PRI, a Tuxtepec y a Oaxaca.