
Europa, tercer socio comercial después de China y EU: Pedro Haces
La búsqueda de una vida más humana debe comenzar por la educación. Ernesto Sabato (1911-2011)
Oaxaca, Oax. 28 de mayo 2012 (Quadratín).-El pensamiento de este extraordinario escritor argentino lo retomo para contextualizar una interesante conversación que sostuve este fin de semana con una oaxaqueña admirable (MC), mujer de valores esenciales que con ternura y rigor me relató los aspectos que más pasión le causan y sobrepasan su asombro: la crisis de la educación en Oaxaca.
En lo particular rechazo esta realidad como un hecho irrevocable, por ello coincido con Sabato en que privar a un niño de su derecho a la educación es amputarlo de esa primera comunidad donde los pueblos van madurando sus utopías. Creo que es una de las razones por las que a Oaxaca se le ve afligida, preocupada, con un horizonte achatado, amenazado por cadenas de egoísmos y frivolidad. En Oaxaca las cosas se confunden, el gobierno distorsiona los objetivos del desafío educativo y sus esfuerzos son incompletos porque se privilegia la cobertura por encima de la calidad, cuando ambas, deberían ser un binomio indisoluble. Se construyen escuelas como remedo político, son escuelas incompletas casi en ruinas al estrenarse-, con maestros sin capacidad de enfrentar los retos que implica la formación académica, pero eso sí, con especialidad en mítines y protestas callejeras. Ellos, a su vez, confunden la defensa de derechos laborales con la parálisis de las actividades que sostienen a miles de familias oaxaqueñas que afectan; y la negativa a la Evaluación Universal con el sacrificio de más de 1.3 millones de niños oaxaqueños que se ven impedidos en ir a clases.
CONTEXTO. Atrás quedaron los valiosos propósitos de Justo Sierra con la inspiración de que un pueblo organizado cuenta con organización educadora, también en el recuerdo quedó el despunte que después -en la década de los cuarenta- implementara el genial Torres Bodet. Desdibujados parecen estar los diseños educativos del Art. 3º const. que redactara nuestro célebre paisano José Vasconcelos con la contribución de Narciso Bassols. Hoy la aguda centralización en las instituciones y el desmesurado crecimiento demográfico encendió las alertas respecto a la efectividad de las políticas públicas que se diseñaron en esa época. Actualmente nuestro sistema educativo esta encadenado a la desmesurada expansión de las burocracias y los presupuestos siempre insuficientes; la caída de la eficiencia general del sistema educativo al que cada vez menos importancia le ponen; la hipertrofia de la organización sindical del magisterio y la trasmutación de sus sentido hacía la ampliación y disfrute de su poder político. Con las agravantes del caso, en Oaxaca nos desquiciamos entre un gobierno que ya se acostumbro a las adversidades y un poder gremial que no parece condolerse frente a la urgencia de no distraerse en su substancial labor.
Esta por demás decir que la situación no permite vacilaciones. Los rasgos distintivos de nuestro sistema educativo son alarmantes: a nivel nacional tenemos 35 millones de personas con más de 15 años de edad que se encuentran en condiciones de rezago educativo (INEA informe anual 2010); la población nacional analfabeta comprende a 4.4 millones de mexicanos, y nuestro estado es uno de las 3 entidades marcadas con esta condena. Los comparativos son estridentes: mientras que el DF, Colima y Aguascalientes sus escuelas con carencias son apenas de un 3% y el 95% cuenta con computadoras e internet; en Oaxaca, el 98 % de las escuelas no cuenta con estas herramientas tecnológicas, y peor aun, el 42% de nuestros centros educativos no tienen energía eléctrica, agua potable y drenaje.
Pero estos retos no son atendidos. Contrario a los reportes del gasto programable anual en el estado en materia de educación que son cercanos al 35%, de los cuales, su mayoría se va en aumentos salariales y prestaciones. El sesgo es muy claro: si hay dinero para cuestiones educativas, pero no es aplicado en atender los verdaderos desafíos de nuestro sistema educativo.
NEGLIGENTES. Extraviados en los vertiginosos acontecimientos de las campañas políticas, los asuntos más importantes pasan a un segundo plano y no son tratadas de manera visionaria. De la educación escuchamos todo tipo de arengas, pero no ideas claras ni propósitos más allá de lo político, menos aun planteamientos técnicos que supongan su ejecución. Todo parece indicar que los estrategas están fallando, nadie les ha dicho a los gobiernos federal y estatal que no les conviene jugar a la ruleta rusa. Ni actores ni detractores deben actuar bajo la amenaza de ir a las urnas y castigar con su voto al que no ceda a sus demandas, ni tampoco, administrar y prolongar los problemas hasta esparcir la confusión enrareciendo aún más el clima electoral.
Le han puesto a este convite electoral ingredientes inflamatorios que advierten un encontronazo: con un gobernador abstraído y maniatado por la infinidad de compromisos que lo llevaron a la gubernatura incluido el magisterio-; sazonado con un gobierno federal agónico e indiferente que opta por desentenderse para no implicarse en un asunto espinoso; y condimentado con candidatos aletargados y manipuladores que hacen cálculos y no se exponen, manteniéndose en el filo para favorecerse de la inacción gubernamental, o de la irritación magisterial, o bien del fastidio ciudadano que cada día anuncia con mayor fuerza su intervención como un fenómeno que cambiará los pronósticos de los actores tradicionales.
El futuro inmediato demanda responsabilidad. El problema educativo es muy grave y no se presta para ajustes parciales ni planteamientos gradualistas, se requiere de una reorientación que conlleve atender simultáneamente aspectos de cobertura y calidad, así como, redefinir las relaciones laborales de los docentes en un nuevo sistema educativo con arreglos institucionales integrales en el que la piedra angular sean los estudiantes.
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Twitter: @juandiazcarr
Maestro en economía, licenciado en derecho y maestrante en periodismo.
Foto:Ambientación