
Desaparición Forzada
Oaxaca, Oax. 14 de mayo 2012 (Quadratín).-Hoy es un día clave para Oaxaca. La Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) elegirá rector y el escenario que se vislumbra no es nada alentador. Uno de los signos distintivos de los procesos electorales en la UABJO es la dualidad de factores: uno son los internos basados en el beneficio de las alianzas; y los otros son los externos, expresados en el daño que le puedan causar a la estabilidad de la institución.
Sin duda la UABJO es una de las grandes instituciones con las que cuenta nuestro estado, en ella se han formado extraordinarios profesionistas, pero también se ha convertido en la caja de resonancia social de la entidad, ¿La razón? La política rebasó las prioridades educativas. Atrás quedaron esas magníficas generaciones que aportaron frutos relevantes a la vida intelectual y productiva de nuestra sociedad, la máxima casa de estudios de los oaxaqueños perdió el rumbo. Rectorados pasan y no se comprometen en terminar con los vicios de la Universidad; las historias de éxito ya no se miden a través de la eficacia social y cultural de la misma, sino con la suerte político-económico de sus rectores y líderes que la tienen secuestrada. La UABJO ha caído en la trampa de la política clientelar, sostiene una administración obesa a base de componendas que la mantienen anclada en los últimos sitios del país. Las elecciones se definen mediante la compra de los votos, la coacción a los electores a través del porrismo y la permanente amenaza de los grupos radicales de estallar con violencia los procesos de elección de rector. Todo lo anterior, es agravado por la mezquindad con la que se comprende a la Universidad desde las estructuras del gobierno del estado, no se percibe a la institución como un aliado, sino como una carga. Prevalece un irresponsable pesimismo que pareciera vislumbrar como única opción el ignorar a la Universidad, pero no así cuando se trata de sacarle ventaja política a la institución.
EN EL DESCRÉDITO. Rafael Torres Valdez llegó a la rectoría como parte de este sistema anómalo de alianzas para hacerle frente al gobierno del estado en turno. Pero su arranque con libertad política pronto se desvaneció y se disciplinó a los intereses del poder político, sin rubor alguno apoyó abiertamente las campañas políticas del PRI hasta al grado de levantarle el brazo en el 2010 al candidato a gobernador del tricolor (Eviel Pérez Magaña). Torres se caracterizó por su frivolidad, ocupado más en sus escándalos personales que en atender los innumerables problemas que enfrentó la UABJO durante su gestión. Un rector de ornato que fue insensible a las exigencias de la comunidad universitaria, tal fue su indiferencia e ineficacia que de los cuatro años que estuvo al frente de la Universidad, 218 días no hubo labores a causa de la inoperancia para atender las protestas. Lo paradójico del caso es que una de sus principales aliadas es hoy la candidata oficial, Josefina Aranda Bezaury. Ella se dio a conocer por haber impedido la homologación salarial en la Universidad, una socióloga con una pobre trayectoria en la administración universitaria y con el defecto de origen de no ser egresada de la UABJO. Aranda Bezaury no tiene empacho en reconocer estar tripulada por intereses ajenos a la institución: cómplice del actual rector y del denostado ex rector Martínez Neri, socia comercial de Ulises Ruiz, y una amiga cómoda a los contraídos intereses de la burbuja del actual Gobernador. Esta candidatura quedó atrapada por la necedad del rector y la inexperiencia política del grupo cercano al mandatario estatal, mismos, que ponen hoy en extremo riesgo la estabilidad de la institución al pretender imponerla a la fuerza. Parece que el cálculo político esta mal hecho por sus promotores, porque de enredarse la elección universitaria puede extenderse hasta coincidir en tiempos y ánimos con el plantón magisterial de la sección 22 que se avecina.
VENTANA. La Universidad requiere de una refundación. El conjunto de problemas que hoy enfrenta la UABJO ya no permiten soluciones por parches, es fundamental encarar las dificultades integralmente y plantear un nuevo modelo de eficacia universitaria. No abundan las propuestas al respecto, ni las señales que nos permitan creerlo. Por ejemplo: el candidato Eduardo Martínez Helmes, aliado a los cacicazgos tradicionales y a los grupos más turbulentos, de llegar a la rectoría quedaría maniatado para impulsar las transformaciones que la UABJO requiere. En el caso de Enrique Martínez Martínez, es un universitario de amplio recorrido en diversas responsabilidades de la institución, mismo que parece enfrentar un dilema: por un lado, la libertad de compromisos que le permitió entusiasmar y conquistar el voto libre y juvenil; pero por el otro, su candidatura se ve amenazada por la maquinaria de la candidata oficial, así como, el apoyo corporativo del que el candidato Helmes es beneficiario.
De transcurrir en calma esta jornada electoral, el desafío que tendrá que encarar el próximo rector, será promover desde los primeros días de su gestión la reforma a la Ley Orgánica de la Universidad que lleva 24 años sin modificación alguna. Una reforma que arrebate a los grupúsculos la designación indirecta de los rectores, y se instale esta decisión en el Consejo Universitario o en una Junta de Gobierno como sucede en la UNAM y en otras universidades del país. La Universidad debe recuperar su función de faro orientador del estado, para ello, es indispensable fortalecer la calidad educativa, el compromiso social de la institución, así como la transparencia y la rendición de cuentas en la administración de quien encabece nuestra máxima casa de estudios los próximos cuatro años.
EVOCANDO. Con la oportuna lectura de los que aspiran, y la humilde concepción para entenderlo, comparto una máxima de nuestro célebre paisano José Vasconcelos quien expresó en un momento semejante al que vivirán éstos, al asumir la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM): Yo no vengo a trabajar por la Universidad, vengo a pedirle a la Universidad que trabaje por el pueblo. Sólo un país rematadamente bárbaro puede concentrar en unos cuantos los beneficios del saber. No perdamos el objeto de la elección, es por la calidad educativa, no por el ascenso al poder. Ojalá lo entiendan.
[email protected]
Twitter: @juandiazcarr
Maestro en economía, licenciado en derecho y maestrante en periodismo.
Foto.Ambientación