
Conmemora Barra Oaxaqueña el Día del Abogado en Huajuapan
Oaxaca, Oax. 08 de mayo 2012 (Quadratín).- Debo reconocer que no tenía grandes expectativas en el primer debate presidencial de este pasado domingo 6 de mayo. Sin embargo, una vez que lo vi, creo que fue un buen ejercicio democrático que, como tal, espero se perfeccione y deje de ser tan rígido como lo fue éste.
Contra mis suposiciones, la primera sorpresa fue que el candidato Enrique Peña Nieto no resultó ser el bisoño que esperaban algunos, ni Andrés Manuel López Obrador el ogro que se come vivos a sus adversarios.
La alianza que de facto hicieron Josefina Vásquez Mota y AMLO, para golpear sistemáticamente a Peña Nieto, le dio la cancha necesaria a Gabriel Quadri para desmarcarse de los políticos y presentar sus propuestas como candidato ciudadano. ¡Bien por él! La víctima fue EPN y los malos del debate la pareja: AMLO-JVM.
Josefina Vásquez Mota fue quien más perdió al centrar como blanco a Peña Nieto y recibir una buena dosis de réplicas que lastimaron su imagen ante los votantes.
López Obrador quiso dar golpes bajos a EPN y éste le reviró señalando su falta de autoridad moral para postularse como el paladín de la honradez y la transparencia.
Los candidatos del PAN y el PRD, no dieron respiro a Peña Nieto, quien tiene ahora un buen argumento para decir que sus propuestas las hará en otros foros, porque en el debate fue necesario defenderse del torrente de acusaciones de sus adversarios. Pero por otra parte, propuestas. . ., hubo pocas.
Lo que preocupa, no es la cantidad de propuestas, sino su calidad: no hay diferencias en las ofertas de los candidatos; no parecen tener una alternativa distinta de desarrollo para México, han quedado atrapados en lo que hasta hace poco se conocía como el Pensamiento Único.
En el tema de la educación abundaron los lugares comunes. Nadie puede negar que la educación es un factor estratégico para el país. Formar a los mexicanos debería ser el eje prioritario de la política en los tres niveles de gobierno; pero hasta ahora no ha sido así, sin importar si el gobernante es del PRI o del PAN en la presidencia, o del PRD en los estados.
Todos los candidatos propusieron fortalecer los apoyos para ampliar el acceso a internet, mejorar la calidad y la cobertura de atención del bachillerato y mejorar la eficiencia interna del sistema para ampliar el acceso a la universidad, sólo Quadri se refirió específicamente al tema de las normales y a la formación de maestros.
De las propuestas destacables de cada uno, rescato las siguientes:
Enrique Peña Nieto.
§ Más inversión en ciencia y tecnología.
§ Abatir el analfabetismo cibernético.
Andrés Manuel López Obrador.
§ Elevar al 100% la cobertura del nivel superior, para garantizar el ingreso de todo aquel que desee cursar estudios universitarios.
§ Incorporar a los jóvenes al trabajo y al estudio.
Josefina Vásquez Mota.
§ Becas para niños-talento.
§ Cuentas bancarias para que estudiantes de bachillerato, aseguren recursos para sus estudios superiores.
La crítica velada de Vásquez Mota a Elba Esther Gordillo, cuando se refirió a que no se debe tomar a la educación como rehén, se desdibujó cuando propuso elevar a rango de ley la Alianza por la Calidad de la Educación.
Gabriel Quadri de la Torre.
§ Elevar el usufructo de la Banda Ancha y el acceso a internet a rango de derecho social.
§ Autonomía para las escuelas normales.
§ Organismo autónomo para aplicar la evaluación universal.
§ Maestros de calidad.
Ninguno de los candidatos se refirió a cómo instrumentará sus propuestas y en qué condiciones.
Mi apreciación final es que en el debate hubo dos perdedores: Andrés Manuel López Obrador, quien hubiera podido marcar la diferencia con sus propuestas de gobierno y se quedó en la diatriba, y Josefina Vásquez Mota, cuyo nerviosismo y rudeza innecesaria, la hicieron colapsar.
No puedo afirmar que Peña Nieto y Gabriel Quadri sean los ganadores, sacaron ventaja es cierto; pero si de aquí deviene un incremento de sus simpatizantes, eso, sólo los votantes lo saben.