Abelardo Martín M. / El caso Wal Mart, un espejo de cuerpo entero

México, D.F., 29 de abril 2012 (Quadratín).- Al ladrón…. al ladrón grita el ratero cuando quiere llevar la atención a otro lado y evitar él ser el centro de atención y le descubran la fechoría.
Así ocurre con el caso Wal Mart una de las empresas de carácter global de mayor avance, crecimiento y prestigio en el mundo, pero que en México ha derrumbado su prestigio a partir de la supuesta entrega de ”mordidas” a funcionarios y empleados de gobiernos municipal, estatal y federal y con ello ”hacer de las suyas”.
El escándalo es mundial porque no se concibe a una empresa cuyos sistemas son motivo de ejemplo y estudio mundial, repartiendo ”mordidas” y rompiendo todo un aparente código de conducta basado en el protestantismo estadounidense.
Mientras el mundo se escandaliza y aprovecha para que la acción financiera caiga, en México no sorprende a nadie y solo se espera a que forme parte del olvido y el anecdotario folclórico de un país tercermundista.
Resulta inaceptable e inconcebible que una empresa con rigor operativo y códigos de ética que empleados, funcionarios y clientes deben adoptar, haya caído en los burdos y vulgares usos de la corrupción mexicana.
Ya los órganos de autoridad mexicanos hacen su trabajo para minimizar el problema y hacer que desaparezca, antes que vaya a crear algún cargo de conciencia o alguna investigación que incomode a los directivos mundiales de la empresa o a los representantes de los grandes capitales que se instalan en México.
Irvin Barrios, subprocurador de Delitos Federales de la PGR indicó que lo primero por constatarse es la información dada a conocer en medios de comunicación sobre la presunta corrupción en Wal-Mart, luego si hay funcionarios de gobierno mexicano involucrados para, finalmente poder abrir la averiguación previa.
Se solicitará información a los gobiernos estatales y municipales, sobre las concesiones y contratos con Wal-Mart para estudiarlos y de esa manera deslindar responsabilidades. En caso de hallar anomalías o irregularidades por parte de funcionarios locales, esta investigación deberá remitirse a la autoridad estatal o municipal correspondiente, es decir, encaminar el problema y la vergüenza a los túneles de la burocracia en donde habrán de perderse u olvidarse. Por otro lado, también se involucraría a las secretarías de Salud, Medio Ambiente y la de Economía, entre otros, para realizar la investigación.
Wal-Mart ha generado miles de empleos en México pero no se vale que quiera hacer negocio con base en “mordidas”, expresó el presidente Felipe Calderón a quien el caso tiene indignado por lo que se llevarán a cabo las investigaciones correspondientes, obvio, hasta sus ultimas consecuencias y caiga quien caiga.
Esto, después de que el diario The New York Times publicó que la firma, presuntamente, pagó sobornos hasta por 24 millones de dólares a funcionarios mexicanos, municipales y estatales, para expandirse en el país. Durante una reunión con la comunidad mexicana que radica en esta ciudad, el Presidente dijo que, por desgracia, hay mucha corrupción en México.
“Anhelo el día en que todo el que la haga la pague, pero también no quiero hacerlo ni por impulso, ni por arbitrio ni por capricho, ni por lo que sienta, sino por lo que la ley diga”, sentenció. El tema fue tomado por la máxima autoridad mexicana luego de que un hombre opinó que México será un país democrático cuando los políticos y funcionarios corruptos sean encarcelados.
No obstante, el presidente Calderón indicó que, a veces, la impunidad radica en los jueces, quienes liberan a los servidores públicos acusados con pruebas.
La Secretaría de la Función Pública (SFP) dijo que “en caso de que se detecten conductas irregulares atribuibles a servidores públicos federales, el gobierno federal actuará en consecuencia”. Paralelamente, el gobierno del Distrito Federal informó que, derivado de las imputaciones contra Wal-Mart, iniciará una revisión con el fin de detectar si existió alguna irregularidad administrativa o conducta indebida de servidores públicos en la autorización de establecimientos de dicha empresa. La revisión la realizará a través de la Contraloría del gobierno local y consistirá en la verificación de permisos de dichas tiendas establecidas en la ciudad de México, en el periodo 2000-2005.
Solo un extranjero puede ser omiso acerca de que el cáncer de nuestro tiempo, que afecta a México en toda su estructura es la corrupción, cada vez más generalizada y enraizada hasta lo más profundo. ”Quien no transa, no avanza”, dice la conseja popular que, seguramente cautivó a los directivos de Wal Mart cuando decidieron realizar cuantiosas inversiones en México y lograr emplear a miles de mexicanos, cuyas condiciones laborales y conductas pueden ser ahora objeto de una revisión mas profunda, mas seria, mas contundente, no solo de sus métodos para instalar una gran tienda, sino para toda su operación, para la contratación de empleados y ejecutivos, para corroborar si, en efecto, es una empresa con ética y valores o una depredadora. La pregunta que surge ahora es que fue primero, el huevo o la gallina. Wal Mart fue objeto de chantajes o cohechos? O fue ella la que corrompió a México?
Parece lo mismo, pero puede ser diferente. La verdad es que el caso Wal Mart es como verse en un espejo de cuerpo entero.
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