
Informa Soapa a habitantes de San Felipe sobre distribución de agua
Chahuites, Oax. 14 de abril del 2012 (Quadratín).- Como una forma de coadyuvar a revertir el flujo migratorio, el Instituto Estatal de Educación para Adultos (IEEA) atiende a jóvenes y adultos de comunidades consideradas como expulsoras de mano de obra, para que concluyan su educación básica y encuentren en sus lugares de origen mayores oportunidades de progreso.
Esta comunidad istmeña es un claro ejemplo de la labor que realizan los educadores de ese instituto, con la cual se beneficia también a las personas de edad avanzada que nunca tuvieron la posibilidad de aprender a leer y escribir, y tenían que recurrir a otras personas para que les leyeran las noticias y cartas de familiares que emigraron en busca de una mejor vida.
Durante un acto en el que se entregaron certificados a un grupo de personas que concluyeron sus estudios, las autoridades municipales de esta comunidad agradecieron al personal de la institución educativa por implementar programas para que la gente pueda terminar la primaria y secundaria, porque es una buena oportunidad para salir adelante.
Un pueblo sin educación está destinado al fracaso, y no queremos ese destino para nuestra comunidad, por eso buscamos la preparación que garantiza el desarrollo, enfatizaron.
De su lado, los instructores coincidieron en que el fenómeno de la migración es un tema muy complejo. En comunidades como ésta encontramos historias de personas que sólo esperaban tener la fortaleza física para cargar cajas de verduras y frutas, porque era el único requisito que les pedían en los campos del vecino país del norte; y no le daban importancia a la escuela, señalaron.
Afortunadamente, apuntaron, la situación ha empezado a cambiar, pues los que se fueron a trabajar a los campos de cultivo de Estados Unidos saben lo duro que es salir adelante y han apoyado a sus familiares para que se queden en sus pueblos, y aprovechen para estudiar y superarse.
Resaltaron que por ello su labor es apoyar a los jóvenes para que concluyan la educación básica y puedan continuar estudiando, porque nuestras comunidades requieren de hombres y mujeres mejor preparados para salir de la marginación y la pobreza.