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Respuestas
Oaxaca, Oax. 19 de marzo del 2012 (Quadratín).- Salí a la Ciudad de México el miércoles 14 de marzo con el propósito de acompañar a mi hija en su cumpleaños y arreglar algunos asuntos de trabajo. Viajar al D.F. ha sido para mí un placer que enerva; a pesar de eso, no me pierdo la oportunidad de hacerlo cada vez que puedo.
Además de atender asuntos profesionales, cuya solución está en parte centralizada en la capital de la república, trato de sacarle provecho al viaje visitando librerías y comprando novedades de mi interés, que con el tiempo, me he percatado que se orienta más a los libros de antaño; de modo que las librerías de viejo son ahora particularmente agradables para mí.
Siguiendo mi plan, ese miércoles ocupé la mañana visitando algunas librerías, pues mi reunión en el Colegio de México estaba programada por la tarde-noche. Me pasé buscando en vano una copia del Vocabulario Zapoteco de fray Juan de Córdova (1578); que por cierto, prepara en una nueva edición Francisco Toledo, con todo y que algunos oaxaqueños, en el colmo de la ingratitud, clamaron por su muerte, por el sólo hecho de que Francisco sí hace uso de su derecho ciudadano a exigir que los asuntos públicos sean debatidos abierta y colectivamente.
Desde aquí manifiesto mi total solidaridad con el Maestro, y mi más enérgica condena a quienes parecen vivir aún en el Medioevo. Espero con ansiedad la publicación del Vocabulario con el sello de Ediciones Toledo, pues como dije, no logré conseguir un ejemplar en las varias librerías que recorrí.
Por la noche, después de mi compromiso en el Colegio de México, pude disfrutar de una espléndida cena con la presencia de mi hija Zaira, que estrena compañía de danza y cumplió un año más de vida plena de actividades artísticas y culturales. ¡Enhorabuena!
Al día siguiente me desayuné con la noticia de que los maestros agrupados en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) invadirían el Distrito Federal, marchando y bloqueando calles. Los maestros de la CNTE se oponen al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) que controla la maestra Elba Esther Gordillo. La protesta de los maestros de la CNTE, organismo en el que juega un papel muy importante la Sección 22 de Oaxaca, se debía en parte por su inconformidad con la reforma de la ley del ISSSTE, también a lo que llaman la represión contra los luchadores sociales; pero sobre todo contra la Alianza por la Calidad de la Educación que firmó el gobierno de Calderón con el SNTE.
El centro de la inconformidad parece residir en el tema de la evaluación requerida para ingresar al servicio público como docentes de educación básica; pero más que eso, en la defensa de sus privilegios para vender o heredar a sus familiares, las plazas de las que actualmente disfrutan como trabajadores activos del sistema educativo. Este asunto de la venta de plazas es un lastre que no sólo viola las normas de la administración pública en nuestro país, sino que además da pie para defraudar a cientos de personas que en su afán por conseguir empleo, son víctimas de estafadores que con frecuencia están dentro del mismo sistema educativo, ya sea como funcionarios públicos o como dirigentes del sindicato.
El otro tema, el que sean evaluados como condición para el ingreso al servicio público, me parece necesario, sin duda; pero antes habría que resolver la problemática de las normales cuya crisis se refleja en el bajísimo nivel académico y profesional de sus egresados, quienes reciben títulos firmados por la autoridad que ahora pretende desecharlos aplicando una evaluación que se sabe, no podrán superar: ¿ Pretende el Estado mexicano reprobar públicamente a quienes aprueba en la discreción de los exámenes profesionales?
Con estas cavilaciones al margen, debo decir que la manifestación de los maestros en el D.F. fue desastrosa. Miles de citadinos quedaron atascadas en las calles de la Ciudad de México.
En no pocos casos ocasionaron que personas enfermas no llegaran a tiempo al servicio
médico, en los embotellamientos los asaltantes se ensañaron con la ciudadanía indefensa y ya no hablo de quienes no pudieron llegar a sus trabajos o reuniones importantes.
En mi caso, por demás insignificante, no pude atender algunos compromisos porque
salí huyendo hacia el aeropuerto Benito Juárez antes de que las vías de acceso fueran
bloqueadas y perdiera mi vuelo vespertino. La invasión de la Ciudad de México por las huestes magisteriales ensombreció mi ánimo y me predispuso a considerar como una burla el que en Oaxaca, los maestros de la Sección 22, hubieran decidido trabajar el 19 de marzo, a contrapelo de la decisión gubernamental de hacer el día feriado, en otras palabras: trabajar un día, para dejar de hacerlo el resto de los demás.
Esa noche del funesto 15 de marzo, Carlos Ornelas presentó su nuevo libro: Educación, colonización y rebeldía: la herencia del pacto Calderón-Gordillo. Siglo XXI Editores. La celebración se hizo en el Foro de la librería Siglo XXI de Coyoacán y se tenía prevista la participación de Aurora Loyo, Fancisco López, José Ángel Pescador, José María Castro Mussot y desde luego del autor.
Ya me anda por leer el nuevo libro de mi entrañable amigo donde, por lo que indica el título, dará cuenta de la forma en cómo la colonización que el SNTE ha hecho de la SEP, lesiona un interés nacional por demás estratégico. Por cierto, la idea de colonización, aunque Ornelas la usa más para describir una especie de invasión a una institución gubernamental (Ver: Política, Poder y Pupitres. Crítica al nuevo federalismo educativo. Siglo XXI Editores, 2008, pág. 60), no deja de recordarme la colonización del mundo de la vida de Habermas, aunque este autor se refería a fenómenos menos tangibles que el control de una dependencia pública. De entrada, el libro plantea ya la necesidad de conceptualizar este fenómeno pernicioso que es el SNTE y la manera en cómo podríamos erradicar sus perversos efectos.
Ya en vuelo de regreso a Oaxaca, volví a pensar en el nuevo libro de Carlos Ornelas:
Seguramente está bien empleado el término colonización en el caso de lo que el SNTE hizo y hace con la SEP, no por nada Ornelas es uno de nuestros más renombrados investigadores en el tema. Pero ¿Cómo entender entonces el caso de la Sección 22?
En Oaxaca ese sindicato filial del SNTE y reagrupado en la CNTE, invade no sólo al IEEPO que es el equivalente estatal de la SEP, sino además a otros ámbitos del estado: tienen una fiscalía especial bajo su control ( poder judicial), usurpa el derecho de formular planes y programas públicos y de rechazar leyes o normas según les gusten o no ( poder legislativo), quitan y ponen a funcionarios públicos y administran recursos estatales ( poder ejecutivo), cobran sin trabajar (poder sin adjetivos) y deciden sobre asuntos cotidianos de la población mediante sus marchas, bloqueos, plantones, suspensión de clases, acceso a servicios, etc. ( ¿poder divino?).
Así, el anuncio de que el Dr. José Ángel Córdova Villalobos, excelente galeno, ocupa ya el cargo de Secretario de Educación Pública, no me da ninguna esperanza de que los problemas de la educación en México vayan a resolverse; por el contrario, me parece que el paciente está tan grave, que hubo que habilitar rápidamente a un excelente médico, no para curarlo, sino para practicar la autopsia de ley al final del sexenio.
Foto:Archivo