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Oaxaca, Oax., 25 de febrero de 2012 (Quadratín).- El coordinador nacional de Obras y Proyectos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Jesús Enrique Velázquez, dio a conocer un programa para la instalación de plantas de tratamiento de aguas residuales, que se desarrolla en las diez zonas arqueológicas más visitadas del país, algunas de las cuales ya operan en Monte Albán, Chichén Itzá, Tulum, Palenque y Teotihuacán, como parte de una política integral de conservación de los patrimonios cultural y natural.
Enrique Velázquez detalló que cada zona arqueológica, representa un caso ambiental particular, pues algunas se encuentran en áreas naturales protegidas como es el caso de Monte Albán, y otras en zonas pobladas como Teotihuacán o Cancún, y algunas más en zonas rurales así como El Tajín y Palenque.
Muchas veces la utilización que se da al agua tratada depende del clima, que determina que haya mucha o poca agua, así como las necesidades de uso de la misma, señaló, al tiempo que indicó que los sitios más visitados tienen un promedio de 500 mil a dos millones de visitantes al año, de ahí que el tratamiento de las aguas residuales sea una prioridad encaminada a evitar la contaminación de los mantos freáticos, y preservar el ambiente sin agredir el patrimonio arqueológico y su entorno.
Detalló que esta iniciativa, emprendida en 2010, hasta el momento ha representado una inversión de poco más de 20 millones de pesos, con los que se ha logrado la instalación de seis plantas de este tipo en las cinco zonas arqueológicas referidas, una en Monte Albán la cual ya se encuentra en proceso de funcionamiento.
Tenemos zonas que registran entre medio millón y dos millones de visitantes al año, y cada persona utiliza en promedio 20 litros de agua en sanitarios, oficinas y otras instalaciones. El impacto que generan es en promedio de 10 a 40 millones de litros de aguas residuales al año. Lo tenemos medido. Aunque son aguas que la naturaleza se encarga de degradar, la idea es no contaminar el acuífero, afirmó el Coordinador nacional de Obras del INAH.
Enrique Velázquez indicó que la instalación de estas plantas de tratamiento, se hace con el apoyo de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas (ESIQIE) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), derivado de convenio de colaboración.
El acuerdo con el IPN incluye el diseño, fabricación, instalación, ejecución de la obra, incluyendo las ingenierías, y puesta en marcha de las plantas. Es un desarrollo de tecnología cien por ciento mexicano.
Además que éstas se rigen por la NOM-003 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la cual establece los límites máximos permitidos de contaminantes en el agua de uso para servicio público.
foto:Archivo