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Periodistas del New York Times podrán utilizar IA de forma legal
Pequeño homenaje al maestro Leñe
Oaxaca, Oax., 7 de febrero 2012 (Quadratín).- Sentado en el sillón de la casa, allá al fondo en ese cuarto que hace algunos años habilitó como estudio, que tiene en su haber diversos libros, algunos que leyó, otros que compró y en su mayoría todos los que le regalaron, que sin poner mucha atención a los títulos, realmente podrían sorprender a todo aquel que llegaba a visitarlo.
A un costado de su escritorio, se encontraba otra mesita y sobre ella, unas botellas de whisky, vodka, mezcal y tequila –lo básico de todo político–Frente a él, una computadora encendida, su luz era lo único que permitía ver su rostro en el fondo de ese cuarto.
Paralizado frente a ese pedazo de tecnología pasan por su cabeza miles de ideas y sueños, –supongo que intenta plasmarlos en ese documentopero los dedos nos responden, su cuerpo sigue sin moverse, sus ojos se pierden en el blanco del papel electrónico y en la luz del computador.
Demasiado silencio en su interior, recuerda momentos, vagos
muy vagos, como su primer amor de secundaria, el beso robado en una banca del parque cerca de su escuela, el viaje a casa, sus pequeñas participaciones en concursos, las derrotas y victorias.
Recuerda a esos amigos que le dieron su primer cigarro, a los otros con los que se escapaba para probar el mezcal.
Tantos momentos, tantas ideas
Por fuera, el movimiento no es el usual, la corretiza diaria se había duplicado, los gritos se esparcían por toda la casa, en cada rincón.
Primero los de siempre, la esposa, hijos y la servidumbre, todos amanecieron con aquella noticia, el desayuno se hizo y se sirvió, probaron todos, menos él.
Los hijos, ya no fueron a la escuela, se quedaron en casa, el shock, no les permitía decir nada, todos con celular en mano, respondiendo llamadas, otros más tuiteando, facebookeando y eran las únicas voces oficiales.
Un poco más tarde, llegaban uno a uno los amigos, unos estrenando corbata y otros hasta con traje nuevo, todos recién bañados y perfumados.
Por fuera un reducido grupo de periodistas y fotógrafos iba en aumento conforme avanzaban los minutos, algunos tomando imágenes de los visitantes, otros esperando la entrevista y se murmuraba en ocasiones que habría una rueda de prensa, conferencia en 15 minutos se decían entre ellos cada 20 minutos.
La casa de cinco cuartos y tres baños, de cocina y sala, ya no dejaba espacio para que la mascota de la familia pudiera caminar con la libertad de siempre, demasiadas piernas en el hogar, la invasión se había completado.
Todas las voces preguntaban por él.
Por su parte, él se refugió en su espacio y a pesar del murmullo en la sala, su habitación no registraba ruidos, su mente seguía en blanco, su voz todavía no aparecía, su pantalla seguía sin frase alguna.
Su cabeza comenzaba a girar en ocasiones, sus ojos seguían en la búsqueda de los recuerdos, el día de su boda, el nacimiento de sus hijos, los errores de casado, sus amores extramaritales, su primer coche, su primera camioneta
Respiro profundo, su rostro se perdió entre las sombras de su estudio
la computadora iluminaba únicamente el sillón vacío, mientras se encaminaba a la puerta, encendió la luz, tomó su saco, se arregló la corbata y supo que todo había cambiado, ahora era
el candidato.
@argelrios