
Finanzas, mal; hasta el FMI recomienda reforma fiscal
+ Candidatura de Wallace, golpe
+ Zedillo y demanda por Acteal
Diríase que sacada de la manga, la nominación de Isabel Miranda de Wallace dejó en el debate electoral del DF cuando menos tres temas:
1.- Una candidatura ciudadana impecable.
2.- El tema de la seguridad ciudadana.
3.- La perspectiva de género femenino como forma de reformular el poder.
La reacción de los aparatos políticos del PRI y del PRD fueron del tamaño del temor: el PRI la descartó por falta de experiencia y el PRD la desdeñó con argumentos hasta machistas. Sin embargo, el PAN logró cambiar un poco el escenario político de la capital de la república.
La señora Wallace se forjó una imagen de valentía cuando organizó la investigación del secuestro y asesinato de su hijo, luego persiguió a los asesinos y sus complicidades policiacas hasta lograr su arresto y finalmente peleó en tribunales una condena superior a la considerada oficialmente. Asimismo, logró la aprobación de leyes contra el secuestro y a favor de la víctima y fundó una organización contra la impunidad de la delincuencia. De ahí que la señora Wallace no sea una novata en materia de trato con el poder.
La nominación panista de la señorea Wallace modificó el escenario electoral de la ciudad de México: mientras el PRD se fractura con una selección de candidato vía encuesta y en medio de la severa crítica de perredistas y el PRI regresa al dedazo a favor de Beatriz Paredes, el PAN fija la agenda política en términos de una candidatura ciudadana forjada en la lucha contra la impunidad, porque hay que recordar que su hijo fue secuestrado en el DF en el 2005 y la investigación judicial se extravió en las complicidades.
Como ciudadana, la señora Wallace va a refrescar la política en el DF, está ya jalando el interés de una clase media apática ante el dominio perredistas y sus masas callejeras y de paso va a ayudar a reposicionar las posibilidades del PAN en la lucha por la presidencia de la república. De hecho, la señora Wallace forma parte de los ciudadanos dañados por la inseguridad que decidieron quejarse pero tomaron acciones ciudadanas para presionar al poder político a reformar leyes y atender las quejas: Alejandro Martí y María Elena Morera.
La candidata panista para el DF podría fijar los temas sensibles para la ciudadanía, más allá de los derechos de las minorías sexuales: programas sociales y no subsidios electorales, empleo a los jóvenes, nueva política de seguridad pública, regulación de las protestas callejeras y mayor participación ciudadana en la búsqueda de soluciones a los problemas urbanos.
Pero lo más importante de la candidatura es que dejó el mensaje de que los ciudadanos sí tienen espacios en las áreas de poder.
EL FACTOR WALLACE
La nominación de Isabel Miranda de Wallace como precandidata única del PAN a la jefatura de gobierno del DF dinamizó el escenario político del DF, rebasó por la izquierda ciudadana al DF y por la derecha de género al PRI y aportó otro elemento para la presidencial. Y de paso, le dio otro enfoque al problema de la seguridad pública desde el panismo: el de las víctimas.
Se trató de un movimiento certero de ajedrez político del presidente Calderón, al grado de que el PRD tuvo que agregar a su encuesta la pregunta de que quién de los precandidatos registrados podría derrotar a la señora Wallace. Este temor contrastó con las burlas de perredistas, priistas y simpatizantes de ambos partidos contra la señora Wallace, pero en el entendido de que su candidatura modificó la correlación de fuerzas sociales en la ciudad de México.
La nominación de la señora Wallace debe leerse en el contexto de las críticas en el seno del PRD contra Marcelo Ebrard por la pantomima de la encuesta sólo para favorecer a su candidato por dedazo Miguel Angel Mancera. Destacaron dos cuestionamientos: el viernes, en Milenio, el ex comunista y senador perredista Pablo Gómez cuestionó severamente a Ebrard y al PRD por negarse a una elección democrática con urna: y el lunes, el ex comunista Arnaldo Córdova, en La Jornada, también lamentó los estilos del PRD de eludir los compromisos con las bases; los dos concluyeron que el PRD de Ebrard no es el PRD Cárdenas de 1989.
En este contexto, la candidatura de Mancera –al ganar la encuesta cuchareada que promovió Ebrard para ocultar la acción de su dedazo al estilo priista– carecerá de autoridad moral, no logrará conciliar las divisiones perredistas y debilitará el posicionamiento electoral del PRD; y si Ebrard –lo cual se ve imposible por sus estilos trogloditas de hacer política– se arrepiente de Mancera y opta por otro candidato, la debilidad de las figuras aspirantes a la jefatura de gobierno contribuirá al análisis pesimista sobre la posibilidad de que el PRD pierda las elecciones de jefe de gobierno y con ello deje de controlar la joya de la corona perredista.
La candidatura de la señora Wallace concita cuando menos tres mensajes: una candidatura ciudadana, la nominación de una víctima de la inseguridad que puso en jaque al sistema judicial al perseguir, encarcelar y condenar severamente a los secuestradores y asesinos de su hijo cuando el sistema judicial se desentendió del asunto y revalidó la perspectiva de género en candidaturas de primer nivel que sin duda consolidará las posibilidades de Josefina Vázquez Mota en la lucha por la candidatura presidencial del PAN.
La figura de la señora Wallace ilustraría la lucha del gobierno federal panista contra la delincuencia organizada y aparecería como parte de la organización ciudadana al margen de la fuerza pública. Wallace, Alejandro Martí y María Elena Morera irrumpieron en la escena pública por agresiones criminales de la delincuencia contra familiares y con ello jalaron a una parte importante de la sociedad en la participación en las acciones oficiales contra el crimen organizado.
Y en los efectos colaterales, la candidatura de la señora Wallace abrió el escenario político que parecía ya cerrado con las nominaciones conocidas para la presidencia de la república. Si el PAN avanza en la votación del DF, le quitaría votos esenciales al PRD y al PRI y modificaría bastante los cálculos electorales que ya daban por resuelta la elección presidencial del próximo primero de julio.
Con la nominación de Wallace, el presidente Calderón confirmó que la política es un ajedrez de alto nivel.
ZEDILLO Y EL CASO ACTEAL
Preguntas y respuestas sobre el caso Ernesto Zedillo y la matanza de indígenas en Acteal:
1.- ¿Qué tan cierta es esta aseveración del ex presidente Ernesto Zedillo?
Objetivamente, las afirmaciones de Zedillo son acertadas; de hecho, su decisión de respetar la elección del 2 de julio del 2000 fue histórica porque permitió la alternancia partidista pacífica en la presidencia de la república.
Sin embargo, Zedillo hubo de operar también como presidente del viejo régimen. Y en Chiapas puso en práctica la estrategia de aniquilación del EZLN. EL febrero de 1995 anunció el desenmascaramiento de Marcos e hizo avanzar a las fuerzas de seguridad sobre campamentos zapatistas para arrestar a dirigentes guerrillero.
Acteal fue, también, consecuencia de un operativo de seguridad para radicalizar la crisis social y de choque entre grupos zapatistas con grupos armados de finqueros y propietarios priistas.
Por tanto, Zedillo habla de dos cosas: su enfoque reformista pero existió también su perspectiva institucional priista; y en medio de ello, su decisión de aplastar al EZLN y a los zapatistas por vías represivas.
2.- ¿Cómo calificar su gestión en materia de justicia y derechos humanos cuando se le atribuyó en su momento el haber dado un golpe de Estado técnico con la trasformación de la Suprema Corte o la utilización de la justicia en las investigaciones del asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, con la utilización de la Paca, por ejemplo?
La re forma judicial no fue estrictamente un golpe de Estado técnico sino una renovación de los ministros con nuevas reglas, pero dejando algo así como 30 días sin poder judicial. No desapareció la Corte sino que hubo un mal cálculo de tiempos.
En el caso de Ruiz Massieu hay múltiples interpretaciones. Pero una de ellas ha encontrado mayor peso: como candidato sustituto del asesinado Colosio, Zedillo aparecía también relacionado con la tesis de la conspiración del poder; es decir, cumplía los requerimientos para aplicar la tesis del beneficiario de un crimen. Al arrestar a Raúl Salinas, Zedillo rompió con Carlos Salinas y con el caso Colosio y logró margen de gobernabilidad. Pudo haber una decisión de manipulación de las leyes para hundir a Raúl, pero la justificación debe de incluirse en los análisis: alejarse de la complicidad de Salinas.
3.-Realmente se puede hablar de un amanecer electoral en la gestión zedillista.
Sí, aunque impuesta por las circunstancias. Las elecciones intermedias de 1997 terminaron con la mayoría absoluta del PRI en la cámara de diputados y con la hegemonía priista en el gobierno del DF; pero hay que decir que Zedillo realizó maniobras no legales para impedir el control opositor de la Cámara al autorizar a su secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet, a impedir la instalación del congreso con el dominio del Grupo de los Cuatro partidos de oposición; ahí sí se hubiera dado un golpe de Estado técnico; pero la oposición consolidó la democracia y le quitó al presidente de la república el control del legislativo.
En el 2000, Zedillo hubiera podido maniobrar para imponer el triunfo del PRI, pero habría tenido que pagar un costo más alto que Salinas en 1988 y desde luego que enfrentaría una movilización nacional e internacional en contra. No hay que olvidar que Clinton autorizó el salvamento de la crisis de México en 1995 a cambio de una mayor libertad política y electoral. En descargo hay que decir que Zedillo enfrentó al PRI para permitir la victoria del PAN.
Sin embargo, fueron decisiones de poder y no nuevas políticas electorales.
4.-Si bien el país tuvo un crecimiento de un 7% en el último año de gobierno de Zedillo, ¿eso borra la grave crisis al inicio de su sexenio, el rescate bancario con el IPAB, el pago millonario que se continúa haciendo y que durará 20 años por un momento de unos 750 mil millones de pesos?
La alternancia partidista no borra los temas negativos del gobierno de Zedillo, sobre todo su decisión de llevar a la quiebra a millones de mexicanos y hacerlos perder sus propiedades a cambio de salvar a los bancos. Ahí hay elementos para juzgar legalmente a Zedillo por crímenes económicos que provocaron el empobrecimiento de millones de mexicanos y liquidaron la clase media. Al subir las tasas de interés a niveles arriba de 100% Zedillo decidió salvar
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