
Después de Francisco: Abrazar las contradicciones
Oaxaca, Oax., 16 de enero de 2012 (Quadratín).-Entre los valores humanos más apreciados están la lealtad, la unidad y la disciplina, sin las cuales es difícil formar grupo en todo tipo de organizaciones, desde familiares hasta políticas, económicas o sociales.
Para los partidos políticos estas características, valores o cualidades resultan imprescindibles. En los procesos de selección de candidatos a puestos de gobierno por elección popular, la nominación deja más descontento que gusto, a menos que haya una grandeza de miras y disciplina a toda prueba para mantener la unidad y practicar la lealtad.
En el Partido Acción Nacional en el Distrito Federal, la nominación de la señora Isabel Miranda de Wallace, ha obligado a un ejercicio de lealtad, unidad y disciplina en quienes albergaron aspiraciones de representar al partido para disputar la Jefatura de Gobierno al PRD y al PRI.
El ex secretario de medio ambiente federal, ex diputado y actual director de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luege Tamargo, es uno de los que a lo largo de toda su vida política en el PAN ha practicado la lealtad, la unidad y la disciplina, de esta última ha hecho gala en las últimas horas.
El ex dirigente del panismo en el Distrito Federal renunció a sus añejas aspiraciones de gobernar la ciudad en la que nació y aportar su capital político a la virtual candidata llamada de extracción ciudadana.
Es evidente que la postulación no surgió de la base del panismo, todo lo contrario, salió como el conejo de la chistera del mago, en un acto de prestidigitación que sorprendió al PRD y al PRI, pero igualmente dejó estupefactos a los panistas.
El ejercicio de selección para el Distrito Federal constituye, sin duda, el mensaje para los precandidatos a la Presidencia de la República del mismo partido.
Ya el precandidato Ernesto Cordero Arroyo aseguró que, como demócrata que es, aceptará su derrota, en caso de que los resultados de la elección interna del próximo 5 de febrero no le favorezcan. Los demócratas aceptamos ganar y aceptamos perder, respondió a una pregunta.
En tanto, el líder nacional, Gustavo Madero advirtió que no admitirá berrinches al interior del partido el próximo 5 de febrero en la elección interna para elegir al candidato a la Presidencia.
Esta experiencia ya la vivieron el PRI y el PRD hace algunas semanas cuando decidieron nominar a Enrique Peña Nieto y a Andrés Manuel López Obrador, respectivamente. Tanto Manlio Fabio Beltrones como Marcelo Ebrard, tuvieron que ejercitar la lealtad, la unidad y la disciplina.
La precandidata Josefina Vázquez Mota lleva una amplia ventaja respecto de sus dos contrincantes, el mismísimo Cordero y Santiago Creel. El propio presidente Felipe Calderón ha ofrecido a los tres el mantener una conducta respetuosa respecto al resultado, aunque familiares y amigos han expresado abiertamente su apoyo al ex secretario de Hacienda y Crédito Público, a quien se considera su delfín o heredero.
El ejercicio de disciplina ha sido muy claro y ejemplificador para la inminente selección del candidato o candidata a la Presidencia de la República y seguramente se tienen calculados los costos de violentar cualquier decisión.
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