
México y la semana aquimichú
Oaxaca, Oax., 5 de diciembre de 2011 (Quadratín).- El rasgo característico del gobierno del presidente Felipe Calderón es que desde el primer instante de su mandato se ha mantenido en el filo de la navaja y, los ciudadanos, en la orilla de sus asientos.
Desde su toma de posesión debió preverse que su gobierno no sería un recreo ni un paseo por el bosque. Desde el lenguaje, el presidente Calderón ha impreso la beligerancia y la rudeza como los principales alimentos del ambiente nacional. No era para menos, pues la ventaja de apenas 0.56 por ciento en las votaciones desencadenó inseguridad, afán por construir una percepción ciudadana de mayor aceptación, reconocimiento y liderazgo.
Estos cinco años se han dedicado al combate al narcotráfico y al crimen organizado que, al principio de la administración, se consideró una auténtica guerra. El término se ha modificado porque el concepto afectó al turismo internacional que clasificó en la percepción a México como un país en sumido en la guerra.
Contribuyó a ahuyentar el turismo la cruzada contra la influenza, que colocó en cuarentena al país completo, de la que apenas se recupera, tres años después.
El combate a la delincuencia y al narcotráfico ha producido una cifra de muertos que dejó de contabilizarse públicamente cuando llegó a 50,000 en el primer trimestre de este año que está por concluir.
La tragedia ha enlutado también al equipo presidencial por la muerte de dos secretarios de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, a quien se consideró el proyecto transexenal del presidente y, posteriormente, José Francisco Blake Mora.
Sin embargo, no todo es guerra en la actual administración. A pesar de las difíciles condiciones internacionales e internas, la macroeconomía, con un crecimiento pequeño, relativa estabilidad cambiaria y mantenimiento de reservas están a flote.
El sexto año, el último de esta administración panista, tendrá componentes adicionales que confirman que la política ha adquirido, como ciertos deportes, carácter extremo, no nada más por el riesgo de no poder citar títulos de libros y sus autores. Es por mucho más que eso.
Los próximos meses, a la beligerancia de la guerra contra el narcotráfico se agrega la electoral, por más que el PRD pretenda una jornada de amor y paz.
Habrá alzas de precios por las sequías y heladas, combinadas con una baja productividad del agro, que en un año han subido 70%, de acuerdo al Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados.
México es ya el segundo importador mundial de maíz amarillo. Tortilla y pan son de los productos que más han aumentado sus precios en lo que va del año.
Debe tomarse en cuenta que 64% de trabajadores no completan la canasta básica.
México es uno de los países del subcontinente donde resulta más difícil acceder a la canasta básica de alimentos, dicen diversos especialistas.
Esta realidad es la que detonará o determinará el curso de los acontecimientos.
Lo dicho, la política es como un deporte extremo.
Foto:Archivo