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México y la semana aquimichú
Enrique Carmona (Colaboración)
Oaxaca, Oax., 02 de agosto del 2011(Quadratín).- Algo se hace y se dice en estos tiempos cuando se presenta la fiesta de los oaxaqueños la Guelaguetza; se dice por el secretario de turismo, por ejemplo, que se han invertido varios millones de pesos para difundir la fiesta de los oaxaqueños; dinero que al menos en teoría el gobierno no tiene; pues así lo argumentan los conspicuos representantes del gabinete, al negarse a realizar obras sociales para los pueblos y colonias marginadas; cayendo a los suelos por sus propios predicadores.
También se hace, por ejemplo, tapar los baches con pequeñas dosis de chapopote para que la ciudad luzca como si todo estuviera en buen estado de bienestar social. Estas son las acciones con las que se pretende por parte del gobierno, por el momento, atraer el turismo para un gran derrame económico hacia las arcas gubernamentales; así como también lograr que el turismo se quede con la imagen impresa de que la ciudad y sus alrededores lucen en perfectas condiciones materiales.
Esta práctica errónea se pone a prueba año con año; me refiero al hecho de hacer; haciendo alusión que todos los años en que se ha llevado a cabo, pasa lo mismo, lo suficiente creo yo para sacar como conclusión que son nulos o malos los resultados y quieren tapar el sol con un dedo, negándose a reflexionar sobre esta situación, el gobierno implementa una política equivocada, al menos en este aspecto.
Como Gobierno no se debería esperar a que haya un evento de suma trascendencia (como la Guelaguetza) para tener en óptimas condiciones materiales todo lo que es infraestructura social para embellecer la ciudad y sus alrededores, cuya diferencia entre lo poco que se hace para maquillar las condiciones y la realidad de las condiciones de nuestro Estado.
Lo cierto de todo esto es que el gobierno tapa un bache para que se destapen mil; y en este sentido, nadie gana, ni gobierno ni sociedad en general; excepto las empresas que hacen la obra, porque después que pase la fiebre de la Guelaguetza; ahí se quedarán los esfuerzos inútiles por tapar los baches que hay en la ciudad y más aún en las colonias, en donde no se ve cuando menos en que tiempo llegará la pavimentación de las calles principales. Por aquí y por halla vimos y todavía encontramos a los trabajadores haciendo la ardua tarea de tapar y remendar los baches; cosa que no ocurrió antes sino ahora que se acortaron los días de la gran fiesta. De todas formas tendremos que esperar a que culmine para que obtengamos como siempre el siguiente resultado: el olvido de lo que hace falta por hacer en materia de infraestructura social no solo en la ciudad sino en todas las colonias formadas en la periferia en esta ciudad.
De este tamaño es la abismal diferencia entre tapar un bache y dar a cada colonia y a los pueblos los servicios y obras sociales de las más elementales con las cuales muchos aún no cuentan. Por este motivo, tratar de aparentar un eminente desarrollo social es un engaño y una manipulación hecha hacia la conciencia de las personas, aún a sabiendas que se hace con toda la intención de simular un bienestar social que no se tiene ni se disfruta definitivamente sino ocasionalmente. Hace falta, por tanto, cumplir con la difícil tarea de gobernar bien y gobernar para todos. Esa parte le corresponde hacer al gobierno actual, no solo como slogan político sino plasmándolo en los hechos.
La fiesta de la Guelaguetza demuestra, por un lado, que sí se cuenta con recursos para invertir no solo en la difusión turística, sino que también se deberían de utilizar todos los recursos económicos disponibles para un eminente desarrollo social que tanto se está necesitando y no sólo realizar mínimos esfuerzos por invertir en tapar baches y revestimiento de las avenidas principales.
En estos días hay mucha influencia turística hacia Oaxaca por dicha fiesta, como cada año y; se obtendrá mucho dinero para mejorar y embellecer no solo la capital sino todo el estado; pero esperemos que todo pase y todo esto quedará en el olvido, como ya se está viendo, no se informará a la sociedad de parte de los que encabezan el gobierno, como ningún gobernante lo ha hecho hasta el momento, de cuanto ingresa a las arcas del Estado por las fiestas de la Guelaguetza.
Se debería dar a conocer dicha información y así cumplir al menos lo que se menciona en teoría de transparentar en que se va a gastar dicho ingreso del erario. Pero siendo sinceros de esta parte poco se mencionará en los medios de comunicación; así como nadie habla de cuánto dinero no se ejerce por miopía gubernamental o por falta de voluntad política.
Foto:Archivo