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TCL-aranceles con narco: CSP la toma o la derrama
Oaxaca, Oax., 31 de julio del 2011(Quadratín).- 1. La Guelaguetza es, ciertamente, oportunidad para la reconciliación social y política, y por supuesto, para la difusión de la cultura oaxaqueña. Sin embargo, al paso del tiempo, esta fiesta también se ha convertido en un espacio para la presión y el chantaje político y en momento propicio para innovar y experimentar fallidamente con las costumbres y tradiciones de las ocho regiones de la entidad.
2. Como efecto colateral del conflicto del 2006, la sección 22 del SNTE promovió en ese año una Guelaguetza alterna a la oficial y desde entonces esta fiesta, denominada Guelaguetza Popular, se desarrolla con notable éxito en inmediaciones del Instituto Tecnológico de Oaxaca.
Nació como una respuesta a la costumbre instaurada por los gobiernos priistas de valerse de esta fiesta – que hoy en día fundamentalmente está dedicada a deleitar a turistas nacionales y extranjeros-, para rendirle culto al gobernante en turno, pero también como una muestra de repudio a la permanencia de Ulises Ruiz al frente del gobierno de Oaxaca.
3. A partir de entonces, por cuatro años consecutivos, Oaxaca tuvo dos guelaguetzas: la oficial, presidida por Ulises Ruiz, y celebrada en el auditorio Guelaguetza en cuatro ediciones (dos matutinas y dos vespertinas); y la llamada Guelaguetza Popular,abierta a todo el público sin costo alguno y presidida por los dirigentes del CES de la sección 22 del SNTE. En este caso, los versos lisonjeros y toda clase de presentes entregados al gobernante en turno por las delegaciones de cada región en la Guelaguetza oficial fueron sustituidas por las denuncias de problemas sociales y políticos.
4. El inicio de un nuevo gobierno surgido de una coalición electoral opositora al PRI abrió la posibilidad y expectativa de un arreglo con la sección 22 del SNTE para que, con un nuevo formato, se fundiera o alternara la Guelaguetza Popular con la oficial. Al parecer ni desde la Secretaría de Turismo ni desde la dirigencia de la sección 22 del SNTE hubo tiempo ni total disposición para caminar juntos en este sentido y bajo esas circunstancias por quinta ocasión Oaxaca tuvo en la ciudad capital dos guelaguetzas.
5. Sin embargo en este Primer Lunes del Cerro del 2011 hubo detalles que marcaron algunas diferencias con las anteriores: en el auditorio Guelaguetza (estrenando multimillonaria, antiestética y gachupinesca velaria que los agoreros del desastre ya anticiparon que llegó para quedarse )el gobernador Gabino Cué rompió con la costumbre de presidir los festejos y ser objeto de culto por parte de las delegaciones ,mientras que en la fiesta organizada por el magisterio los dirigentes seccionales le corrieron la cortesía al nuevo gobierno aceptando la presencia un representante oficial.
6. Convertido en costumbre en los tiempos del priato, en esta ocasión tampoco han faltado las organizaciones sociales y grupos de presión que aprovechan el momento para presionar al gobierno del estado para la satisfacción de sus demandas personales o colectivas. En el caso de los normalistas es una actitud de chantaje que año con año se repite como también de quienes al amparo de las siglas de la UJR pretenden ingresar a la UABJO sin cubrir con los requisitos académicos ya establecidos.
7. Como también solía ocurrir en los virreinatos priístas, cuando el gobernador y sus más cercanos colaboradores eran amos y señores de la Vieja Antequera, ahora también reaparecen las improvisaciones y las ganas de innovar y experimentar, solo para exhibir ignorancia, abuso de poder y falta de sensibilidad política. Mucha responsabilidad de los problemas que previo al Primer Lunes del Cerro surgieron con las delegaciones de Tuxtepec, las Chinas Oaxaqueñas y, sobre todo, con Huautla de Jiménez, recayó en la Secretaría de Turismo, pero también en ese fantasmagórico y vetusto Comité de Autenticidad , herencia, por cierto, del viejo régimen. Ni uno ni otro han estado a la altura de las circunstancias porque, si nos vamos más atrás, ni siquiera hubo capacidad para ofrecer alternativas al desaparecido Bani Stui Gulal.
8. Esto mismo motivó que el viernes 29 de julio, en una inserción a media plana, el ayuntamiento de Huautla de Jiménez,, el Frente Único Huautleco y otras organizaciones y personas caracterizadas de éste municipio, reiteraran su queja y denuncia en contra del titular y funcionarios de Secretaría de Turismo y miembros del Comité de Autenticidad por lo que consideran una afrenta infringida a su delegación al quedar excluida de participar en la edición matutina del Primer Lunes del Cerro. Un incidente de ésta naturaleza, cualesquiera que hubiese sido su origen, debió ser emendado de inmediato por la parte oficial, pero al ser omisos se han puesto en el papel de promotores de un conflicto que ya adquirió una dimensión política, tanto por la disculpa pública que los ofendidos exigen ahora del titular de la Secretaría de Turismo, José Zorrilla, como por el hecho mismo de trasladar su participación a la Guelaguetza Popular.
9. Tal vez ya va siendo hora de que se ponga a discusión quién o quienes deben organizar la Guelaguetza, si desaparece o simplemente se renueva el Comité de Autenticidad, si las delegaciones que históricamente se han ganado un lugar en el Primer y Segundo Lunes del Cerro deben conservar o ceder sus derechos, si es válido o no estar constantemente innovando o experimentando, etc. Todo lo que se tenga que hacer para preservar y enriquecer este patrimonio de los oaxaqueños hay que hacerlo, pero sin imposiciones.
10. Otro aspecto que no hay que descuidar es la excesiva comercialización de este espectáculo. Si ya desde el poder ejecutivo se ha dado el primer paso para empezar a despolitizarlo, bueno sería que también se empiecen a generar mecanismos para devolverle su carácter popular, tal como ya viene ocurriendo desde hace algunos años con las guelaguetzas que se presentan por estas mismas fechas en Zaachila, Tlacochahuaya, Zimatlán, Etla, etc. Al final de cuentas la Guelaguetza es un patrimonio de todos los oaxaqueños y no de los dueños de hoteles, agencias de viajes y monopolios televisivos.
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