Alberto López Morales/Nuevo progreso

Juchitán, Oax., 29 de junio 2011(Quadratín).- La expresión es desafiante. En la voz del campesino Lorenzo Clemente, no hay lugar para titubeos. Todo en él se resume la rabia que comparte la población de Nuevo Progreso, perteneciente a Matías Romero, en contra de Petróleos Mexicanos (Pemex).
─Si Pemex encarcela a nuestras autoridades ejidales, vamos a organizarnos para que uno por uno de nosotros les lleve sus lonches hasta la cárcel, pero eso sí, ¡cerraremos la carretera Transístmica! −, dijo retador Lorenzo Clemente, ante el respaldo de la asamblea.
Reunidos por la tarde noche del martes en la Casa Ejidal de Nuevo Progreso, unos 200 campesinos recibieron la visita de la Comisión Plural de diputados locales de Oaxaca, encabezados por Rosalinda Domínguez y Flavio Sosa, quienes acudieron al Istmo a conocer las condiciones en que operan los ductos de Pemex.
─Hemos venido a constatar que Pemex y sus ductos representan un serio peligro para las poblaciones del Istmo de Tehuantepec −, señaló el legislador del Partido del Trabajo Flavio Sosa, quien se quejó de que por la mañana del martes, no pudieron ingresar a la refinería “Antonio Dovalí Jaime”, del puerto de Salina Cruz.
Al llegar a la asamblea, lo primero que vieron los legisladores fue una manta detrás de la mesa del presídium que decía: “señores diputados, solicitamos su intervención en el desistimiento penal de Pemex para nuestros representantes agrarios”.
Comenzó después el rosario de denuncias en medio de quejas y furia.
Apenas el 23 de mayo de este año, en los predios de los campesinos se registró un derrame de petróleo crudo de uno de los dos ductos procedentes de Nuevo Teapa, Veracruz, con destino a la refinería de Salina Cruz, que contaminó tierras y pastizales.
Los campesinos, molestos porque se trató del cuarto derrame a partir de febrero del 2010, trataron de impedir el paso del personal de Pemex hasta que la Profepa certificara los daños ocasionados por la contaminación.
En respuesta Pemex denunció penalmente a las autoridades agrarias del ejido Nuevo Progreso.
El expediente penal 89/11, radicado en el juzgado VI de Distrito, tipificó el delito “por oposición a que se ejecuten trabajos públicos”.
Los demandados por Pemex son el líder ejidal, Tiburcio Ortega, la secretaria ejidal, Elizabeth García, el tesorero, Miguel Santos Reyes, el presidente del consejo de vigilancia, Marco Julio Hernández y el ex agente municipal, Bonifacio García.
─Ahora resulta que Pemex es la víctima, cuando esa empresa contamina y perjudica a los campesinos. Es inadmisible que además de causar perjuicio a la población, ahora quiera chingar a la gente −, señaló molesto el diputado Flavio Sosa.
Por su parte la diputada del PRD, Rosalinda Domínguez destacó que desde el año de 1982, Pemex ha registrado en sus ductos derrames de hidrocarburos, gasolinas y fugas de amoniaco en diversos puntos del Istmo, contaminado áreas de cultivo, pastizales y arroyos.
La Comisión Plural de diputados locales que constató las condiciones de vulnerabilidad en que se encuentran miles de ciudadanos que viven cerca de los ductos, fue encabezada por el presidente de la Junta de Coordinación Política de la 61 Legislatura, Martín Vásquez Villanueva.
Por la mañana, Vásquez Villanueva pidió a Pemex que invierta más y a tiempo en el mantenimiento de sus instalaciones petroleras, “porque no se puede regatear con la vida humana”.
Asimismo llamó a integrar un equipo de trabajo entre la paraestatal, diputados, autoridades, así como de bienes comunales y ejidales, con el propósito de integrar un diagnóstico para saber bajo qué condiciones están operando las instalaciones de Petróleos Mexicanos.
Para las 13:00 horas de este miércoles, la comunidad de Nuevo Progreso espera que Pemex se desista de la demanda penal, de lo contrario, advirtieron los campesinos ante los legisladores, bloquearían la carretera Transístmica que comunica a Oaxaca con Veracruz.
Los diputados locales coincidieron en señalar que no están en contra de la paraestatal, pero reclamaron de esa entidad un mayor compromiso para darle constante mantenimiento a las instalaciones petroleras y se garantice la seguridad de las poblaciones istmeñas.