
Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
Oaxaca, Oax, 13 de junio del 2011 (Quadratín).- En octubre de 1960, víspera del día de muertos, pobladores de San Dionisio Ocotepec regresaban de Tlacolula, después de hacer sus compras para sus muertitos, pero en nueve puntas, se suscitó un terrible accidente, la volcadura de un autobús de la línea Oaxaca-Istmo en el que venían, ahí perdieron la vida setenta pasajeros, salvándose únicamente dos personas; este evento vino a evidenciar, como la batalla de Solferino y la tromba en Monterrey la inaplazable necesidad de un cuerpo de rescate, por tal motivo un grupo de tlacolulences visionarios, progresistas y de buena voluntad pretenden establecer en esta comunidad un puesto de socorros, para tratar de ayudar a las personas que sufrieran en este tipo de accidentes, iniciando de inmediato gestiones con personas conocidas de la delegación Oaxaca, fue valioso el entusiasmo y aportación de los hermanos Arturo y Adalberto Acevedo Mendieta que formaban parte del cuerpo de socorros de Cruz Roja de la capital, quienes se entrevistan con el señor Francisco Domínguez de Anda, miembro de la asociación de veteranos de Oaxaca, que por cierto ya había tenido acercamiento con su padre el Sr. Adalberto J. Acevedo, para invitarlo a extender la delegación Oaxaca a Tlacolula, se analizó mejor la situación y por conveniencia mutua se opta por gestionar el establecimiento de una delegación, ya que con esto se aliviaría y brindaría mayor apoyo a la única delegación existente en el estado, la de la ciudad de Oaxaca; en tanto se realizan estas gestiones se celebran varias reuniones y se continúa invitando a más personas a participar como socios y tener suficiente personal para hacer frente a las contingencias que se pudieran presentar, por fortuna se llegaron a reunir a más de treinta personas; algunas de las cuales nos honran hoy con su presencia, las otras las recordamos con mucho agrado; y por acuerdo general se llega a formar lo que sería el primer consejo directivo de la incipiente delegación, quedando integrado de la siguiente manera:
Presidente: Arq. Arturo Acevedo Mendieta
Primer vicepresidente: Sr. Salomón Chagoya Hernández
Segundo vicepresidente: Sr. Albino Matías Marcial
Secretario: Profr. Leonel Hernández Aguillón
Tesorero: Sr. Enrique Maldonado Colmenares
Vocales y demás comités
Damas: Sra. Sofía Portillo de Altamirano
Director médico: Dr. Hilario Rodarte Macías
Jefe del cuerpo de socorristas: Cont. Adalberto Acevedo Mendieta
Comité de juventud: Sra. María del Carmen Martínez de Rebollo
Este consejo fue formado oficialmente con la solicitud de ingreso a la Asociación Mexicana de Cruz Roja con fecha 25 de mayo de 1961, misma que fue certificada y registrada por el H. Consejo Directivo Nacional, firmada por Don Genaro Aristi Madrid, en su calidad de Secretario General dando su debido reconocimiento a la delegación 168 en Tlacolula de Matamoros, Oaxaca. El 8 de junio de 1961, entregándonos este documento el señor Francisco Domínguez de Anda, en su representación. En esta ocasión se delimita la jurisdicción de ambas delegaciones, considerándose la población de Santa María el Tule, sobre la carretera internacional el límite de las mismas. Las reuniones se realizaban en la casa de la familia Acevedo Mendieta y el puesto de socorros empezó a operar en la casa de la señora Carmelita Martínez de Rebollo, quienes gentilmente las ofrecían, estas se ubican en la avenida 2 de abril.
Por carecer de ambulancia se habilitó como tal una camioneta pick-up, propiedad de los hermanos Acevedo Mendieta, en 1962 se obtuvo el obsequio de parte de la compañía maderera de Lachixonaxe, material suficiente para la construcción de nuestro primer centro de socorros propio, estableciéndose en la esquina del portal Florida y Nicolás Bravo. En 1963 por cambiar de residencia el arquitecto Arturo Acevedo Mendieta, queda vacante la presidencia, se convoca a asamblea general, asumiendo la presidencia el señor Manuel Maldonado Colmenares, quien se entrega con todas sus energías al florecimiento de nuestra delegación, a fin de implementar la captación de socios, apoyar a la juventud y recaudar fondos, se logra inquietar a algunos jóvenes deportistas y se integra con ellos un grupo de trabajo integrado por Felipe Calderón Santiago, Don. Gildardo Maldonado Colmenares, Luis Sánchez, Martín Hernández Morales, Jorge Hernández el tarzán, y Fausto López Mendieta como instructor, se les adiestra en el boxeo, adquiriéndose el equipo indispensable para su gimnasio y se empiezan a organizar funciones de box a beneficio de nuestra delegación; lográndose magníficos resultados y cubrir los objetivos propuestos, pues se realizan contiendas de nuestros incipientes púgiles contra algunos de la capital y del interior del estado. Para que así en 1963 se compre nuestra primera ambulancia, Una camioneta que la delegación Oaxaca había dado de baja y que el Sr. Hamilton, amigo de Don Manuel la tenía en su poder, se hacen las negociaciones necesarias para poderla adquirir, esta ambulancia; por cierto, está reconocida a nivel nacional como la ambulancia más antigua en operaciones, esto en la convención del centenario de la Cruz Roja mexicana el año pasado en Toluca. Para la captación de fondos abre sus puertas el cine Azteca, en el inmueble que hoy ocupa el auditorio Celestino Pérez y Pérez de la casa de la cultura, adquiriéndose los aparatos y enseres necesarios para tal empresa y es el mismo personal de Cruz Roja quien opera estas instalaciones con el Sr. Eustaquio Sánchez López, y Alejandro López Mendieta, también se hacen cargo de la dulcería, venta de alimentos y refrescos entusiastas damas voluntarias, Gloria de los Santos, Reyna Silva Castellanos, Gudelia Pérez, Julia Bazán
Por otra parte empieza a funcionar una escuela de socorristas que dirige el Dr. Carlos Sánchez Calderón y su esposa la Dra. Teresa Hernández de Sánchez, impartiendo importantísima capacitación a nuestro personal en forma enteramente gratuita. Económicamente está saneada la institución, se realizan las colectas oportunamente, se participa en los desfiles cívicos resaltando en forma preponderante nuestra participación. Pero en 1971, por el buen desempeño y lo costeable del cine, los intereses personales empiezan a sobreponerse a los institucionales y desgraciadamente, nuestro presidente se retira del cargo y se designa al nuevo consejo directivo, recayendo la presidencia en el señor Adalberto Calderón Sarmiento, como secretario Don Wilfrido Ángel Pérez y como tesorero a don Gabriel Matías Pantoja, quienes fungen como tales de 1971 a 1988, siendo en este periodo cuando se obtiene por donación de la iglesia presbiteriana reformada de Estados Unidos, quien auspiciaba en esta población al instituto cristiano indigenista, presidido por el señor Juan Martín, nuestra ambulancia de alta tecnología, la número 2 o la cazafantasmas, como la conocemos, héroe de mil batallas, ahora fuera de servicio, ahí la pueden ver; la sede de la delegación se pasa a lo que hoy es el jardín de niños Eduardo Vasconcelos y poco tiempo después al espacio que hoy ocupa el DIF municipal, pero en 1988 a causa de fuerte crisis económica y por falta de material humano participativo, deja de funcionar la delegación en la impartición de servicios de emergencia, por lo que el consejo estatal, inician las gestiones para clausurar nuestra delegación; pero afortunadamente se encuentra eco nuevamente en personas con alto espíritu altruista y con nuevos bríos se conforma el nuevo consejo encabezado por el presidente Dr. Salvador Aguilar Castro, como secretario el Cont. Adalberto Acevedo Mendieta y como tesorero el Sr. Gabriel Matías Pantoja, de 1988 al 2002, quienes logran con gran entusiasmo, involucrar a la población a ser participativa, la sede tiene que emigrar nuevamente, porque el Ayuntamiento solicita el inmueble, por lo que se consigue prestado un local que amablemente facilitan el Sr. Juan López y su esposa Gloria Aquino, en la Av. Juárez; el consejo valora de una forma acertada las necesidades de la cruz roja, dando como resultado el aumento del parque vehicular y la edificación del inmueble que ahora nos alberga, cumplen un largo periodo con muchos frutos y empieza el reto de otro consejo directivo presidido por la Lic. Ma. De La Luz Irigoyen Melchor, como vicepresidente el Sr. Adalberto Acevedo Mendieta, como secretaria la Sra. Alma Aguilar Melchor y como tesorero sigue el Sr. Gabriel Matías, quienes ven que la cazafantasmas y las otras ambulancias ya no eran operantes por lo caro de su mantenimiento y su antigüedad, a pesar de hacerles varias composturas, se ven en la necesidad de adquirir una ambulancia nueva que reúna los requisitos para cubrir las necesidades propias de la zona, subastándose algunos vehículos, haciendo rifas, eventos, colectas
y es así como con gran esfuerzo se logra comprar en 2004 la primera ambulancia nueva de nuestra delegación la 062 que a la fecha seguimos contando con sus servicios. Llega otro consejo dirigido por el Dr. Rolando López Maldonado como presidente, como secretario el Dr. David Andrés y el Lic. Jorge Sernas como tesorero, quienes impulsan de manera importante la imagen de nuestra institución, logrando consolidar un buen equipo a favor de la población, se logra el comodato de la ambulancia 064, por parte del municipio que preside el Lic. Agustín Aguilar Montes, y que el municipio actual generosamente nos sigue facilitando, al terminar el periodo del Dr. Rolando no hay quien tome la estafeta y se decide que sea el Dr. Salvador Aguilar quien tome el timón de forma interina mientras se integra el siguiente consejo directivo que es presidido por la contadora Silvia Peña y como tesorero el mismo Dr. Aguilar Castro, se conforman los comités necesarios para operar, desgraciadamente, muchos voluntarios no le ven continuidad al proyecto y deciden abandonar la delegación, costándole demasiado trabajo al consejo en turno hacer funcionar la delegación, quienes encuentran apoyo en la ciudad de Oaxaca para integrar el cuerpo de socorros, se logra adquirir la donación por parte del Nacional Monte de Piedad la ambulancia 065 y más por entusiasmo y capacidad de los miembros, que por recursos, no se dejan de prestar los servicios de emergencia.
En junio del año pasado tiene que intervenir la Delegación Estatal, enviando al Sr. Jorge Cruz Viloria, coordinador estatal de captación de fondos, como administrador, peligra otra vez la permanencia de la delegación, es así como la Delegada Estatal Aura Guadalupe Borges se da a la tarea de buscar quien pueda hacerse responsable de continuar la labor de la institución en nuestra población y por otro lado vecinos cruz roja de Tlacolula que no quieren que desaparezca esta noble causa, que tanto trabajo, esfuerzo y recursos ha costado, se dan a la tarea de proponer a la Delegación Estatal un consejo para continuar esta labor altruista. Siendo de esta manera como se conforma el consejo que ahora preside a nuestra querida Cruz Roja de Tlacolula, que nos alegramos de compartir la felicidad de celebrar sus primeros cincuenta años.
Debemos resaltar y subrayar el alto espíritu altruista que ha tenido la población, en forma especial de las damas voluntarias, corazón de nuestra delegación ya que inyectan cariño, entrega, entusiasmo
irrigando recursos a las demás coordinaciones.
A la siempre dispuesta coordinación de socorros, brazos, imagen, contacto, servicio, entrega completa al servicio de nuestros semejantes en desgracia, que desde siempre entregan más que el 100% para salvar vidas, muchas veces arriesgando la propia, por su capacitación e iniciativa más que por el equipamiento, siempre limitado, ellos saben cómo librar hasta el más difícil de los obstáculos con tal de salvar y remediar el dolor de personas en desgracia, a todos los que alguna vez hemos asistido algún servicio directa e indirectamente, con nuestro donativo, nuestro tiempo, nuestro apoyo ¡felicidades! Hagamos de la delegación Cruz Roja, Tlacolula nuestra casa, nuestro orgullo, el reflejo de una sociedad dedicada al servicio del necesitado, del que sufre, del desvalido. Este edificio, no es solo ladrillos y cemento, somos los que nos encontramos aquí, la conjunción de los latidos de nuestros corazones, es donde se proyecta el entusiasmo y la voluntad de todos y cada de cada uno de nosotros, no hagamos del proyecto Cruz Roja algo ajeno, sintámoslo nuestro, que nos invada la satisfacción de servir al prójimo, quien a veces nos agradece y sentimos la dicha de haber cumplido con nuestra enmienda. Pero sin duda la mayor satisfacción la tendremos al momento de presentarnos con el Creador. ¡Felicidades Tlacolula!, ¡Felicidades Cruz Roja!, ¡Felicidades Cruz Roja de Tlacolula!.