Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
Oaxaca, Oax, 10 de junio del 2011 (Quadratín).-Entre el Programa Preliminar de Gobierno, presentado en diciembre del 2010, y la versión preliminar y definitiva del Plan Estatal de Desarrollo
2010-2016 hay grandes diferencias de forma y fondo que valdrá la pena que algún acucioso analista pudiera ocuparse de su análisis para saber a ciencia cierta por qué un documento que pudo ser procesado y redactado sin tantas paradas burocráticas y pretensiones academicistas, y con mayor visión de nuestra realidad estatal, terminara en un tedioso documento de casi 400 páginas que ahora está ya depositado en la LXI Legislatura.
A fuerza de propiciar tantas expectativas en dicho Plan y en fomentar desde la campaña misma la participación de amplios sectores sociales y políticos para su formulación, el riesgo que ahora se corre es que empiece a ser cuestionado por los mismos actores que con mucho entusiasmo participaron en los foros de consulta, y luego en los foros temáticos, en la idea de ver reflejados sus aspiraciones y/o propuestas de gobierno en un documento de esta naturaleza.
Y advierto sobre el cuestionamiento porque cualquiera que tome el texto del Programa Preliminar de Gobierno, que resumió puntualmente las principales propuestas de los foros de consulta pública promovidos durante la campaña electoral, y lo compare con el texto del Plan Estatal de Desarrollo en su versión ya impresa a todo color, podrá percatarse que prácticamente son dos documentos distintos.
Aparte de tratarse de una edición que deja mucho que desear en cuanto a su calidad de encuadernación y redacción, empezando por la Introducción, la versión final del PED que probablemente revisen y modifiquen los diputados, rehizo y deshizo el Programa Preliminar de Gobierno para aterrizar en un Plan, ciertamente prolífico en diagnósticos y referencias estadísticas, pero omiso e impreciso en varios ejes estratégicos y sus correspondientes, objetivos y acciones.
En busca de una explicación a esta nuevo tropiezo oficial, me atrevería a señalar que tal vez el problema fue que la coordinación para elaborar este documento no corrió a cargo de los mismos que trabajaron en el Programa Preliminar de Gobierno; otra hipótesis apuntaría a la injerencia de la joven y bien pagada tecnocracia egresada del ITAM y del Tec de Monterrey que, de la mano de algunos neoulicistas y diodoristas, poco a poco se han apoderado de algunas áreas estratégicas de la administración pública y a quienes, por supuesto, no se les regatea ni critica su sólida formación académica pero sí su falta sensibilidad social y conocimiento de la realidad oaxaqueña . Pero también es probable que todo este embrollo del PED sea resultado de un natural cansancio que implicó darle tantas vueltas y dedicarle muchísimas horas, días y meses a un instrumento de gobierno que, a final de cuentas, puede terminar, como ha ocurrido en otros sexenios, solamente como un documento de consulta académica, pero poco eficaz para guiar la toma de decisiones de la administración pública.