Inicia el adiós de los órganos autónomos
Oaxaca, Oax., 15 de mayo 2011 (Quadratín).- Yo creo que debemos proponer la beatificación de Barack Obama; hizo el milagro de aparecer y desaparecer a Osama Bin Laden.
Es más, tuvo el gesto misericordioso de no permitir que millones de seres humanos en el mundo observaran el cuerpo masacrado del líder de Al Qaeda y, para que no le compitiera en presencia televisiva, tiró el cadáver al mar.
El milagro referido y la actitud tan sublime de preocuparse por el impacto de ver a un hombre asesinado, merecen el reconocimiento del mundo entero. Este modo tan humano, tan cuidadoso de la moral y del daño psicológico que se les puede causar a los individuos sólo puede suscitar admiración y ser motivo de elogio. ¿No cree usted?
¡Qué muestras de grandiosidad humana!
Una acción de este tipo borra, según el propio gobierno de Estados Unidos y los medios de comunicación que así lo difunden, todos los errores y hechos delictivos que haya hecho el gobierno de EU y su presidente.
Borra el hecho probado, en múltiples ocasiones de que E.U., ha invadido a muchos países en el mundo y que ha matado a miles de inocentes.
Elimina el hecho de que E.U. apoyara a Saddam Hussein, en la guerra Irán-Irak y que después este mismo país, es decir E.U., invadiera con pretextos infantiles y que nunca probó, Irak y capturara a Saddam Hussein para después propiciar su ahorcamiento, el 30 de diciembre del 2006.
La actitud asumida hace olvidar que E.U. acusó y declaró culpable a Osama Bin Laden, y al grupo Al Qaeda del derrumbamiento de las torres gemelas el 11 de Septiembre del 2001 convirtiéndose así en juez y parte, declarándolos culpables y propiciando todo tipo de acciones y crímenes para eliminarlos porque así lo había declarado ante sí y por si. ¿ y las leyes y los juicios? y ¿los tribunales internacionales? y, ¿la ONU Y la OTAN? Todo eso no contó absolutamente para nada.
Según el gobierno de E. U. y sus apoyadores, tampoco importa el hecho de que ante su fracaso para eliminar a Bin Laden empleara todo tipo de investigación en cualquier parte del mundo. Y, sin ir más lejos, ahí está Pakistán, país al que, ignorando su soberanía, su gobierno y sus leyes, le realizó el espionaje, que dio como resultado la localización de su enemigo.
En esta nación se penetró su espacio aéreo con tropas armadas, se asaltó una residencia y se asesinó a cuatro moradores, en presencia de niños, capturando y posteriormente ejecutando a Osama Bin Laden sin juicio previo.
Todavía en estos momentos el gobierno de E.U. declara ante el mundo entero, en forma prepotente y arrogante que nunca van a ofrecer disculpas a Pakistán por haber penetrado a su territorio y haber ejecutado las acciones antes dichas.
El gobierno de E.U., se ha autoproclamado en el amo del mundo y puede inculpar y declarar culpable a quien considere necesario, si así conviene a sus intereses. Puede calumniarlo, convertirlo en un monstruo y, en el momento que lo decida, trasladarse a cualquier parte del mundo para capturarlo y /o ejecutarlo. Tal es la realidad que estamos viviendo.
Todos estos hechos comprobados y comprobables se olvidan cínicamente y se nos quiere contentar o engañar diciendo que el gobierno de E.U. es tan sensible y humano que no quiere exhibir las fotos de Osama Bin Laden muerto. ¡Vaya hipocresía mundial!