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Oaxaca, Oax., 7 de mayo de 2011 (Quadratín).- La arquitecta Graciela Amaro Hernández, Directora del Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN) de León, Guanajuato, al participar en el Primer Foro de Desarrollo Urbano con Participación Ciudadana, sostuvo que ante el problema del ambulantaje, es necesario generar consensos y aplicar programas de largo plazo, pero también ejercer la autoridad.
La arquitecta asegura que el ambulantaje es un problema que tiene todo el país y un reto para todas las ciudades, en mayor o menor medida. Para empezar a darle solución, Amaro propone primero realizar un diagnóstico del problema, presentarlo luego ante los actores involucrados, y, en un contexto de diálogo, presentar los proyectos y alternativas, como ser la generación de mercados, microcréditos, capacitación, etc.
Pero un punto importante en una segunda etapa, y en función de evitar que se reproduzcan las prácticas de ambulantaje, es el ejercicio de la autoridad: se hace un diagnóstico, se elaboran y ejecutan los proyectos, pero después hay que ejercer la autoridad. Cuando se ejerce la autoridad sin un plan de acción y sin diálogo, entonces se genera violencia. Hay que tener programas y estrategias para ejecutar con inversión, lo cual implica también tener una continuidad que trasciendan las administraciones, porque esto requiere acciones constantes de largo plazo.
Aquí en Oaxaca hay un sector académico importantísimo que podría aportar muchas ideas, metodologías y estudios, propuso Amaro, pero destacó la necesidad de tener un plan acordado con la mayoría de los ciudadanos involucrados. Es necesario que las autoridades tomen en cuenta a la ciudadanía. No puede continuar la idea de que un consultor realice los planes detrás de un escritorio. Hace unos años se contrataba un consultor que a veces ni siquiera llegaba a la ciudad. Eso es absurdo. Hay que tener especialistas, pero es necesario realizar talleres y escuchar la opinión de la gente; para esto hay que brindar información sobre la ciudad, sus conflictos ambientales, etc. Luego hay que consensuar un plan que debe ser aprobado por el Cabildo, registrado y difundido, propuso Amaro, quien destacó la necesidad de que los instrumentos consensuados para el ordenamiento estén debidamente documentados, para que no puedan ser fácilmente modificados en función de intereses de otro tipo.
El Instituto de Planeación de León es un organismo descentralizado que funciona desde 1994 orientando y asesorando al municipio en la planeación de su desarrollo a corto, mediano y largo plazo, esquema que permite dar continuidad a los proyectos de la ciudad, trascendiendo los cambios de administración.
La experiencia en la ciudad de León respecto del comercio ambulante giró en torno al establecimiento de un plan estratégico para incorporar gradualmente el ambulantaje a la actividad formal, a través de locales comerciales y capacitación. Además, con fondos públicos se regeneró esa zona comercial de la ciudad para cambiar su imagen y atraer a otro tipo de clientes. El problema no se ha terminado, pero tenemos un instrumento para darle seguimiento, sostuvo Amaro.