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Oaxaca, Oax., 6 de mayo del 2011 (Quadratín).- Hace 183 años, la ciudad de Ginebra, Suiza, vio nacer a uno de los hombres más importantes de la historia, un hombre cuya humanidad inspiro el movimiento internacional más grande del mundo: Jean Henry Dunant, fundador del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
Quien pensaría que el niño nacido aquel 8 de mayo de 1828 lograría lo imposible: concientizar a millones de personas en todo el mundo hacia el auxilio y socorro a los desamparados. Jean Henry Dunant fue criado en un ambiente de altruismo y humanidad, por lo que los más necesitados fueron siempre una de sus grandes ocupaciones.
En un viaje de negocios, se encuentra en medio de una batalla librada en la comunidad de Solferino, en Italia. Horrorizado por la guerra y al ver que muchos morían al no recibir atención médica, organiza un grupo de voluntarios bajo la frase Tutti Fratelli (Seamos todos hermanos) y el 24 de junio de 1859 presta auxilio en el campo de batalla. Posteriormente, en el año de 1862 publica su libro Recuerdo de Solferino que en poco tiempo sensibilizaría a las naciones respecto a la creación de cuerpos de socorro que se capacitaran en tiempos de paz para actuar en tiempo de guerra. Y es así, como en 1863 surge el Comité Internacional de la Cruz Roja, adoptando este emblema en honor al pueblo Suizo, por lo que son invertidos los colores de su bandera. Este emblema seria a futuro símbolo de neutralidad para los heridos y cuerpos de socorro, símbolo de ayuda, un símbolo de paz.
Actualmente, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y Media Luna Roja cuenta con 97 millones de voluntarios entre niños, jóvenes y adultos, además de presencia en más de 186 países: despliega ayuda en todo el mundo que va desde los servicios asistenciales, servicios médicos, asistencia humanitaria en conflictos armados y en desastres naturales. Su actuar es regido bajo 7 principios fundamentales: Humanidad, Imparcialidad, Neutralidad, Independencia, Voluntariado, Unidad y Universalidad.
Sin duda alguna, Jean Henry Dunant encendió una luz entre las tinieblas, de ti depende que esta luz no se apague; únete a nuestro movimiento, acércate a la Delegación de Cruz Roja Mexicana más cercana. Recuerda, tu esfuerzo forma parte del movimiento. Todos Somos Cruz Roja.