Nuestro compromiso, salvaguardar las finanzas del municipio: Ray Chagoya
Oaxaca, Oax., 5 de mayo de 2011 (Quadratín).- Actualmente, el centro histórico está expuesto a elementos altamente contaminantes como son el ruido y el humo derivado de los escapes del transporte, que ensucian el aire y las fachadas de los edificios. El transporte también genera congestionamiento e inseguridad para los peatones. La peatonalización terminaría con todos estos problemas, generando más turismo y más beneficios económicos, aseguró López Ramos.
Juan López Ramos es egresado del Instituto Politécnico Nacional. Ha sido Director General de Turismo del Estado, Delegado Federal de la Secretaría de Turismo, y Director fundador del Instituto Estatal de Ecología de Oaxaca, entre otras importantes actividades relacionadas con el rescate y restauración de zonas arqueológicas del estado.
En su ponencia en el Primer Foro de Desarrollo Urbano y Ecología, Ramos sostuvo que existe una tendencia mundial creciente a la peatonalización de los centros históricos, sobre todo en las ciudades europeas, donde se aleja cada vez más a los automóviles de los monumentos.
Señaló que actualmente se le otorga un lugar privilegiado al uso del automóvil en la ciudad, destinando el 80 por ciento de la obra pública para facilitar su circulación, cuando el 80 por ciento de la población carece de automóvil y utiliza el transporte urbano.
Para el Ingeniero, el cambio hacia la peatonalización debe hacerse gradualmente, aunque lo deseable sería tomar una gran decisión y suprimir el uso del automóvil en el Centro Histórico. La peatonalización debe llevarse a cabo mediante un programa que vaya ampliando los espacios peatonales en el centro, pero en el marco de un Plan Maestro que debe establecer bolsas de estacionamiento periféricas. Luego, deberá funcionar un tipo de transporte pequeño, adecuado al tamaño de las calles del centro histórico, de preferencia eléctrico y gratuito, que no contamine, que sea tranquilo, que respete una velocidad, y que vaya desde los estacionamientos hasta el centro de la ciudad, propone López Ramos.
Tradicionalmente los comerciantes son quienes se oponen a este tipo de iniciativas por temor a perder sus clientes, a que la falta de automóviles haga decaer sus ventas, pero López Ramos asegura que la experiencia en muchos centros históricos del mundo ha sido la contraria. El establecimiento de una zona peatonal refuerza la actividad de los comercios del el centro. La peatonalización es una excelente forma para que los pequeños comercios hagan frente a la competencia de los grandes centros comerciales. Con la peatonalización, ellos pueden ofrecer mejores condiciones de compra a sus clientes. Las familias pueden acudir con más tranquilidad y de esta manera pueden incrementar sus ventas. La realidad actual nos indica que los espacios más disputados en el centro histórico y los que tienen más beneficios comerciales son aquellos que están alrededor de los pocos espacios peatonales que tenemos, demostró el Ingeniero, quien negó que una restricción en el uso del automóvil produzca menos visitantes. Al contrario. Lo vemos a través de la experiencia en La Alhambra de Granada, en España, que después que la cerraron, el número de visitantes se ha incrementado de tal forma que ahora solo se permiten visitas de media hora al monumento. Para el Ingeniero, el turismo, una de las principales industrias de Oaxaca, debe convertirse en el arma que proteja las riquezas culturales. La ciudad ha estado en algunas ocasiones colocada entre los 10 destinos preferidos por los viajeros del mundo. Estamos sentados arriba de un volcán de riqueza. El turismo es una actividad que genera una gran derrama económica, brindando ingresos a amplias capas de la sociedad. Si nosotros le damos el valor que tiene nuestro centro histórico como una joya arquitectónica, si hacemos lucir a nuestra capital como lo que es, una de las ciudades más bellas del mundo, tendremos más visitantes, más clientes, más derrama económica y mejores oportunidades de bienestar, concluyó López Ramos.