Seis años de impunidad: no hay #JusticiaParaSol
Oaxaca, Oax. 15 de abril 2011.-
Señoras y señores:
Es para mí un motivo de beneplácito contar con la presencia de todos ustedes en esta casa de las oaxaqueñas y los oaxaqueños, en este día en que conmemoramos el 89 aniversario de la promulgación de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Oaxaca.
Nos congrega el imperativo de rendir homenaje a las mujeres y hombres que con su patriotismo y amor por Oaxaca, legaron a nuestro Pueblo el marco legal que a lo largo de 89 años, ha normado la convivencia y las relaciones de nuestra sociedad por la senda de la institucionalidad y el Estado Derecho.
Luego de la convulsión social que asoló al país a causa del movimiento armado iniciado en 1910, se gestaron en México las condiciones propicias para dar un paso sustantivo al orden y la legalidad.
Así, el 5 de febrero de 1917, se promulga la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; emergiendo como uno de los más avanzados aportes al régimen legal de los derechos sociales de ese tiempo, en el contexto mundial.
Cinco años después, el 15 de abril de 1922, con la promulgación de nuestra Carta Magna, Oaxaca sienta las bases para organizar su vida institucional en un marco que le permite encarar los retos de una sociedad que se transformaba a pasos vertiginosos.
La búsqueda incesante de un régimen democrático -garante de libertades, derechos e igualdad- ha sido históricamente el motor de las grandes transformaciones sociales.
La aspiración democrática de México estuvo presente y puso en marcha la gesta memorable de nuestra Independencia Nacional.Ésa fue la esencia emancipadora de la proclama de Hidalgo y el basamento de los Sentimientos de la Nación de Morelos.
La democracia es el futuro de la humanidad, -sentenció el Gran Juárez- la libertad es su arma indestructible; y la perfección, el fin a donde se dirige.
Ésa fue la consigna liberal que impulsó la construcción y promulgación de la Constitución Federal de 1857, logrando avances sustanciales para la creación de un Estado moderno, erigido bajo la supremacía de la Ley.
Fue la profunda convicción democrática del Pueblo de México la que hizo posible el triunfo de la Revolución; un movimiento social que derrocó a la dictadura, que cristalizó el sufragio efectivo y la construcción de una nación de Leyes e instituciones.
De 1810 a 1910 en sólo un siglo- México logró y consolidó su Independencia; hizo posible una gran Reforma Legal y la Restauración de la República; y en los albores del siglo XX, protagonizó la primera revolución social de ese tiempo, cuyo resultado ha sido un largo periodo de paz para los mexicanos, al amparo de nuestra Constitución Federal vigente.
No obstante, en los últimos cien años el proceso de evolución democrática del país ha trasncurrido lentamente; anquilosando estructuras y prácticas de poder; enquistando cúpulas dirigentes, concentrando la riqueza en pocas manos; inhibiendo la competencia política y la creación de modelos alternativos de desarrollo.
Nuestra capacidad de adaptación al cambio mundial se ha ido degradando, y con ella estamos perdiendo oportunidades para apuntalar nuestro desarrollo.
El devenir histórico de la Nación y los intensos procesos de transformación que mueven al mundo, exigen a nuestra sociedad y a los gobiernos, adaptarnos con toda responsabilidad e inteligencia a la dinámica del cambio.
No hacerlo significará condenar a los oaxaqueños de hoy, y a las generaciones futuras, a condiciones de estancamiento y atraso, cuyo resultado indefectible será la inestabilidad y el estallido social.
Irrumpimos al siglo XXI con la alternancia en el poder nacional; y a lo largo de la última década se ha ido reconfigurando en el país un nuevo mapa político; una nueva correlación de fuerzas que poco a poco gana equilibrio en el contexto de una competencia política que obliga no sólo a generar mejores propuestas, sino a honrarlas en los hechos, a riesgo de perder posiciones y espacios a consecuencia de no cumplir.
En forma lenta pero inexorable, el país entero incursiona y avanza en un proceso de transición democrática indetenible, atizado por las expectativas y exigencias de una sociedad que se expresa y moviliza intensamente; que ya no se conforma con despensas; ni la acalla el miedo.
Entre los grandes resultados de la primera década de este siglo, ninguno -tal vez- haya tenido la trascendencia ni haya impactado de manera tan decisiva en la vida nacional, como la conquista de la democracia y la libertad.
Es cierto, también, que aún se trata de una democracia embrionaria e imperfecta, pero ha sido una lucha histórica que ha costado sangre, dolor y sacrificio a nuestro pueblo, lo que nos compromete a todos, sin distinción, a hacer de la democracia un instrumento de paz y progreso; de justicia y libertades; de armonía y convivencia civilizada del pueblo oaxaqueño, tal y como lo soñaron Don Benito Juárez, los hermanos Flores Magón, José Vasconcelos, el General Manuel García Vigil, así como otros grandes patriotas y héroes nacionales.
Amigas y amigos:
Hace 89 años nació la Constitución Política que hoy rige a los oaxaqueños.
En el marco de la conmemoración de ese hecho sin igual en la vida política y social de nuestro estado, hoy nos reúne también el propósito común de dar un paso histórico en el fortalecimiento de nuestro Estado de Derecho, a través de la firma del Decreto Promulgatorio de la Constitución del Estado Libre y Soberano de Oaxaca.
Estamos siendo capaces de transitar de la alternancia a la transición democrática.
Un hecho que constituye un triunfo de la sociedad oaxaqueña, y que coloca a nuestro estado a la vanguardia en materia constitucional, no sólo en el país, sino a escala global.
La Reforma Constitucional no corresponde a un capricho, ni está motivada en la solución de una crisis de coyuntura, sino en la necesidad de actualizar sus grandes postulados ante una nueva realidad.
Adaptar sus preceptos a las condiciones de un estado que ya cambió, y por lo mismo, busca enriquecer los alcances de la ley, enmendar errores y vacíos legales prevalecientes en el texto original.
Una reforma constitucional que ha sido fruto de la más amplia y democrática consulta popular que se haya llevado a cabo en Oaxaca, y que busca consagrar nuevas figuras jurídicas, garantes de mayores derechos y libertades a los ciudadanos.
Renovadas y fortalecidas facultades a los Tres Poderes del Estado, para mejorar su servicio a la sociedad, al garantizar su plena autonomía, bajo el principio republicano y democrático del equilibrio de poderes.
Con ese espíritu, al tomar posesión como Gobernador Constitucional del Estado Libre y Soberano de Oaxaca, el primero de diciembre de 2010, envié al Honorable Congreso del Estado, la iniciativa que hoy ha cobrado fuerza suprema de Ley, merced al voto unánime de las señoras y señores diputados integrantes de la Sexagésima Primera Legislatura, a quienes reconozco mérito y responsabilidad histórica, al debatir, enriquecer y aprobar la Constitución, que a partir de este día, guiará a la sociedad oaxaqueña a mejores estadios de desarrollo.
Se consolida así, una nueva relación entre los Poderes Ejecutivo y Legislativo del estado de Oaxaca, a través de firmes acuerdos que han hecho posible que en sólo 4 meses se hayan actualizado y mejorado 33 artículos de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Oaxaca, que desde 1922 no había sufrido una modificación de gran profundidad.
Con ello, Oaxaca avanza con paso firme y contundente en la ruta de la transición democrática, demostrando a la Nación y al mundo que el cambio y la unidad son posibles en la diversidad, cuando se antepone el interés superior del Pueblo.
Hoy contamos con un nuevo orden legal, cuyas innovaciones harán que nuestra Carta Magna se convierta en un texto ejemplar para el fortalecimiento del sistema democrático, para la consolidación del estado de derecho y la consagración de la justicia social.
Entre las principales innovaciones menciono el fortalecimiento de la relación entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo para ofrecer a la sociedad un marco legal más dinámico, con Leyes más justas y más apegadas a la realidad de Oaxaca.
La ratificación de los Secretarios del Poder Ejecutivo del Estado por el Honorable Congreso del Estado de Oaxaca.
La instauración de la Iniciativa Preferente que garantizará que nunca más una ley que sea importante para la sociedad, deje de ser votada por el Congreso del Estado.
El principio de Reconducción Presupuestal que hará posible que el Gobierno del Estado cuente oportunamente con el presupuesto, para ofrecer al Pueblo de Oaxaca las obras y acciones que hagan posible su desarrollo integral.
El espíritu del nuevo orden constitucional fortalece la cultura de la legalidad, y a través de la aplicación del principio de Austeridad y Gasto Eficiente; el Gobierno del Estado y los Municipios quedan obligados constitucionalmente a administrar y ejercer los recursos del presupuesto en forma austera, eficiente, transparente y honrada.
A través del precepto constitucional de Control de Confianza, los funcionarios públicos de alto nivel deberán someterse a la evaluación patrimonial que garanticen su honorabilidad.
El nuevo cuerpo constitucional marca un referente histórico en el fortalecimiento de los Órganos Autónomos, al otorgarles nuevas y renovadas facultades para servir a la sociedad.
Con esta orientación, se cambia la denominación de la Comisión para la Defensa de los Derechos Humanos del Estado de Oaxaca, y se crea la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, otorgándole mayor poder para garantizar los derechos fundamentales del Pueblo de Oaxaca y a las personas que visiten o transiten por nuestro territorio.
Ahora la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, podrá proponer modificaciones a las prácticas de gobierno que vulneren los derechos de los oaxaqueños; y estará facultada para notificar a la Cámara de Diputados, a los funcionarios que no cumplan las recomendaciones emitidas por la Defensoría.
Se modifica asimismo la denominación del Instituto Estatal Electoral, para constituirlos como Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, dotándolo de la facultad para organizar el plebiscito y el referéndum, con el propósito de fortalecer el poder ciudadano, además de preservar su atribución de conducir los procesos electorales en el estado.
Por su parte la Comisión Estatal de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales, fortalece su integración orgánica, con el fin de que la ciudadanía conozca y vigile el desempeño de los poderes públicos.
Se fortalece la autonomía del Poder Judicial para impartir justicia plena y expedita, mediante la creación de la Sala Constitucional.
Una nueva instancia del Honorable Tribunal Superior de Justicia del Estado, que asegura la efectiva protección de los derechos humanos, a través de un juicio que se establece a partir de las recomendaciones emitidas por la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, además de conocer y resolver recursos de Controversia Constitucional, la Constitucionalidad de las leyes y de acciones de inconstitucionalidad, entre otras atribuciones.
Se constituye también el Consejo de la Judicatura, con el fin de supervisar y profesionalizar a los integrantes del Poder Judicial, en su deber de impartir una mejor justicia, así como normar el procedimiento de la ratificación de los magistrados.
Con el propósito de garantizar su Autonomía, se fortalece el presupuesto del Poder Judicial, lo que permitirá también modernizar y dignificar sus servicios de impartición de justicia a la sociedad.
La Reforma Constitucional aporta históricos instrumentos de democracia directa, para que sea el Pueblo quien decida el curso de los asuntos trascendentales del quehacer gubernamental.
Por primera vez en la historia de Oaxaca y del país, se instituye el Referéndum y el Plebiscito, como nuevos instrumentos de la democracia, por el cual la voz ciudadana será escuchada para la aprobación de nuevas leyes y resolver la viabilidad de las decisiones trascendentes de gobierno.
Se incorpora la práctica de Cabildo en Sesión Abierta, donde los ciudadanos podrán conocer de forma transparente el trabajo y las decisiones de sus autoridades municipales, referentes a su problemática y los temas que impulsen el desarrollo de su comunidad.
Establece la obligación de los gobernantes para ejercitar la Audiencia Pública, como mecanismo para atender de manera directa y personal al Pueblo que los eligió.
Y se otorga a la sociedad, la facultad para revocar el mandato de su Gobernador, cuando se cometan delitos de lesa humanidad o violaciones graves que contravengan el mandato de la Constitución y el interés superior de Oaxaca. Nunca más el ejercicio autoritario del poder.
Señoras y señores:
Éste es un logro de todos los oaxaqueños, de muchas organizaciones; y de todas las fuerzas políticas que confluyen en el Congreso del Estado, que en un ejemplo de los más elevados valores democráticos, han dado una muestra de amor y lealtad a Oaxaca.
Hoy honramos a la Constitución de Oaxaca, fortaleciendo y mejorando su espíritu de justicia.
Conmemoramos la aportación histórica del Constituyente de 1922, abrevando su ejemplo.
Hemos enriquecido nuestra Carta Magna, inspirados en la vocación reformadora y visionaria del Gran Juárez.
Así continuaremos, sin prisa y sin pausa.
Con profunda responsabilidad y Visión de Estado, priorizaremos el perfeccionamiento de nuestro Estado de Derecho que nos conduzca, en forma inevitable a la consolidación de nuestro régimen democrático.
En el diseño de las leyes secundarias que se derivan de la Reforma Constitucional, manteniendo una actitud invariable de apertura e inclusión.
A ello, convoco a toda la sociedad.
Hagamos de Oaxaca un ejemplo de unidad nacional.
Seamos capaces de lograr acuerdos que nos conduzcan a engrandecer nuestra vocación democrática.
Y en la democracia, apuntalar el desarrollo social y productivo de nuestro gran estado.
¡Que viva la Constitución!
¡Que viva Oaxaca!
Muchas gracias